Enrique Krauze / La virtud cívica de Salvador Nava

AutorEnrique Krauze

San Luis Potosí rindió homenaje al doctor Salvador Nava en el centenario de su nacimiento. El sábado 5 de abril -dos días antes de la fecha precisa- nos reunimos en el claustro de la universidad sus viejos amigos y su gran familia, todos rodeando a su mujer, la valerosa y siempre joven doña Concepción Calvillo de Nava. Los actos tuvieron una dignidad propia del personaje y la ocasión. Hubo dos rondas de ponencias, una exposición fotográfica, una sabrosa comida. El público (familias enteras, muchos jóvenes) quedó feliz. "¡Nava vive!" era la consigna, que merecía resonar en todo el país.

Nava luchó por la democracia mexicana cuando hacerlo implicaba correr riesgos de muerte. Desde 1956, un movimiento estudiantil avalado por el doctor Manuel Nava (su hermano mayor, rector de la Universidad Potosina) desafió al vergonzoso cacicazgo de Gonzalo N. Santos. Tras su súbita muerte en 1958, Salvador (respetado y querido oftalmólogo) tomó la estafeta. Ese año, apoyado por comunistas, panistas y sinarquistas, fue candidato a la presidencia municipal de San Luis. En el quiosco central, los jóvenes colocaron una horca y una manta con la leyenda "Santos, asesino de estudiantes". Las autoridades recurrieron a la fuerza militar; los ciudadanos -obreros, industriales, comerciantes, estudiantes, campesinos- tomaron el camino de la resistencia cívica. El 7 de diciembre de 1958, Nava ganó las elecciones por un margen de veinte a uno. El gobierno no tuvo más remedio que conceder.

Su gestión fue memorable. Cada semana informaba al público por radio sobre los fondos públicos, las obras y las mejoras. Su oficina era una extensión de su consultorio: un recinto abierto a la gente. Meses antes de completar su período, Nava resolvió lanzar su precandidatura para gobernador dentro del PRI. En un áspero diálogo, el presidente del partido, Alfonso Corona del Rosal, le informó que "no sería el candidato", le ofreció una diputación y una "compensación por sus gastos". En la Plaza de Armas, Nava hizo pública esa conversación: "Seguiremos como independientes", prometió a sus seguidores.

Así llegó a las elecciones de julio de 1961. El ejército impidió el sufragio libre, a culatazos. El resultado oficial fue el triunfo del candidato priista. El resultado social fue, una vez más, la resistencia cívica. El 15 de septiembre de 1961, mediante una operación que presagiaba el 2 de octubre del 68, pistoleros...

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