Abre Frenk debate sobre la eutanasia

REFORMA / Redacción

La vida humana es parte del código de ética de todo médico, por lo que no es válido interrumpirla a menos que haya condiciones estipuladas bajo un marco ético riguroso, dijo ayer el Secretario de Salud, Julio Frenk, en referencia a la eutanasia.

Aunque evitó dar una posición sobre la propuesta perredista de despenalizarla, el funcionario adelantó que la Comisión Nacional de Bioética, que él mismo preside, analizará el tema a través de foros y debates.

"Antes de extender una opinión, lo que vamos hacer ante esta iniciativa del grupo parlamentario del PRD, es pedirle a la Comisión Nacional de Bioética que organice foros y discusiones sobre el tema para que el debate público pueda ser bien informado sobre las diferentes implicaciones.

"Para que todos sepamos bien cuáles son las prácticas en otros países, qué salvaguardas hay a la integridad de las personas", señaló Frenk en rueda de prensa.

De antemano, el Secretario planteó que el derecho a la vida humana es sagrado y no se puede atentar contra él, porque además es parte del juramento hipocrático de los médicos.

La eutanasia, insistió, está condicionada a un marco ético y científico, por lo que deben presentarse elementos científicos para equilibrar las diferentes visiones al respecto.

La semana pasada, la fracción del PRD en la Cámara de Diputados presentó ante la Comisión Permanente una iniciativa para legalizar la eutanasia en México.

Los perredistas proponen crear la Ley General de los Derechos de las personas Enfermas en Estado Terminal, mediante la cual se establezca que cualquier enfermo en esas condiciones pueda decidir cómo y cuándo terminar con su vida.

"La iniciativa propone reglamentar la práctica de la terminación voluntaria de la vida como un derecho de los enfermos terminales", se señala en la exposición de motivos.

En México la eutanasia es considerada como un delito, y en el artículo 312 del Código Penal se traduce como prestar auxilio o inducir a otro para que se suicide.

"El que prestare auxilio o indujere a otro para que se suicide, será castigado con la pena de uno a cinco años de prisión; si se lo prestare hasta el punto de ejecutar él mismo la muerte, la prisión será de cuatro a doce años", dice a la letra.

La iniciativa perredista propone agregar un párrafo a este artículo, en el que se señale que no habrá penalización cuando sea una expresión libre, reiterada, seria e inequívoca del enfermo terminal y el método sea aplicado por un médico...

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