ADN y Destino: el seguro de vida en la era genética
The Economist
Una reciente decisión sin precedente tomada por un comité designado por el Gobierno británico de permitirles a las compañías de seguros de vida el acceso a los resultados de pruebas genéticas de consumidores presagia una nueva era para la industria.
Las aseguradoras tendrán acceso a los resultados de una prueba genética para la enfermedad de Huntington, un terror que invariablemente condena a sus víctimas a una muerte temprana.
Otros países argumentan, por el momento, que la información genética debe permanecer privada. Pero la Gran Bretaña ha hecho lo correcto, según las aseguradoras, y el acceso a resultados de más pruebas sin duda le seguirá a esto. Ahora el Gobierno necesita decidir cómo manejar a los desafortunados dueños de genes dañinos.
La razón por la cual es correcto compartir el resultado de pruebas genéticas con las aseguradoras es que la alternativa sería un lento colapso de los mercados de las aseguradoras.
Sería menos probable que se aseguraran individuos con resultados negativos para genes destructivos, como el que causa la enfermedad de Huntington. Las personas con resultados positivos considerarían el seguro como una ganga a las tasas actuales.
Las aseguradoras tendrían pérdidas y se verían obligadas a alzar las primas en todo los aspectos. Eso exacerbaría el problema: las pólizas atraerían a menos y menos personas saludables, porque pagarían primas que serían injustamente altas.
Las primas continuarían incrementándose, en lo que los expertos del mercado llaman una "espiral de muertes", al dejar de asegurarse las personas saludables. Al final, sólo las personas menos saludables permanecerían en la bolsa común; pagarían primas astronómicas, pero las ganancias de las compañías de seguros desaparecerían.
Si se comparte la información genética, las aseguradoras también enfrentarán problemas subsiguientes. Conforme el genoma humano sea gradualmente descifrado, las compañías reunirán menos asegurados y menores ganancias.
La mayoría de las personas aún requerirá de seguros: siguen enfrentando suficiente incertidumbre para cosechar algunos beneficios, como grupo, por la combinación de riesgos en un fondo común, y además, la genética por sí sola no determina la mayoría de los destinos.
Pero las personas más saludables, con un firme conocimiento de sus fuertes genes, no encontrarán el seguro tan atractivo como lo ha sido anteriormente; mientras tanto, aquellos que enfrentan los problemas potencialmente más grandes se...
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