Advierten de 'estallido' por apertura agrícola

AutorAriadna García

La eliminación total de los aranceles para productos agrícolas básicos en enero del 2008, prevista en el Tratado de Libre Comercio con América del Norte, plantea una amenaza para la seguridad nacional, ya que implica ceder la soberanía alimentaria del país, sostienen dirigentes campesinos y especialistas convocados por REFORMA.

Víctor Suárez: ANEC

'Se vuelve México un país vulnerable'

México perdió soberanía con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y ahora, con su apertura total en el 2008, se vuelve un país vulnerable, advirtió el presidente de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), Víctor Suárez.

"Lo que vamos a venir a ver en los siguientes meses es aún más peligroso para la seguridad alimentaria de los mexicanos. El 1 de enero, la liberalización arancelaria del maíz, frijol, leche y azúcar generarán una desestabilización mayor en el mercado agroalimentario y la escalada de precios, las prácticas especulativas se desbordarán", destacó.

Para Suárez, el gobierno debe ver más allá de ideologías y compromisos con las grandes empresas, pues de lo contrario, colocará al país en una situación de riesgo y peligro en donde no sólo se agudizará la situación económica y alimentaria, sino la de los campesinos y la sociedad en general.

"Esta es una oportunidad para reflexionar como país y tomar las lecciones de 13 años (del TLCAN). Observemos la realidad, y cambiemos este modelo de agricultura y alimentación por un modelo que tenga, en primer lugar, el concepto de la soberanía alimentaria.

"Cada país debe decidir sus políticas de distribución y de consumo de alimentos, en función de sus necesidades, de sus posibilidades y de su condición en función de su proyecto de nación a mediano y largo plazo", manifestó.

La dependencia alimentaria, sostuvo, hace que los países sean más vulnerables a los entornos de una globalización.

Cuando una nación tiene el grado de dependencia alimentaria como México -señaló-, pierde soberanía nacional y está expuesta a cualquier presión respecto a la privatización de sus energéticos, apoyo a la política exterior de la potencia mundial, y la pérdida de la determinación en asuntos internacionales.

"Creo que es el momento de reorientar la política nacional, y como consecuencia de eso sí tenemos que revisar el capítulo agropecuario del TLCAN, hay que excluir el maíz blanco y el frijol de este proceso de liberalización", indicó.

Suárez precisó que la apertura del sector impacta a 4 millones de pequeños y medianos productores y sus familias en México, pero también llega a los 104 millones de mexicanos que consumen alimentos.

Con el tratado, abundó, México ha perdido su mercado interno, y ello se comprueba en que Estados Unidos exporta a nuestro país 10 mil 500 millones de dólares en productos agroalimentarios, y los mexicanos envían a la Unión Americana 9 mil millones, lo que deja un déficit de mil 500 millones de dólares por cada año del acuerdo.

Carlos Salazar: CNPM

Prevén lucha social e inestabilidad

De no ofrecer el gobierno una solución para el campo mexicano, más allá del 2008, habrá en el país un escenario de conflicto, de lucha social e inestabilidad, advirtió Carlos Salazar Arriaga, secretario técnico de la Confederación Nacional de Productores de Maíz.

Para el líder de los productores, las opciones deberán buscar mantener un ritmo de desarrollo a futuro.

"Se tiene que apostar a un escenario de una negociación con dignidad y equidad, o vamos a tener un escenario extremo en el que radicalicemos las posiciones de las organizaciones, y entonces vamos a tener un escenario conflictivo, de lucha social, de apostarle a la inestabilidad...

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