Nombres, Nombres y... Nombres / Con todo AFAMELA para contener epidemia de 'productos milagro' y su publicidad sin control
| Autor | Alberto Aguilar |
DE LOS RUBROS que han crecido en importancia en lo que a la industria farmacéutica se refiere es el de productos sin prescripción, al que se le conoce como "over the counter". Son antihistamínicos, jarabes para la tos, antiácidos, laxantes, analgésicos, materiales de curación, vitaminas, complementos alimenticios, anticonceptivos, sueros.
De un mercado farmacéutico que en ventas totales anda en 6 mil 500 millones de dólares, los también conocidos como OTC representan 18 por ciento en dólares y hasta 25 por ciento en unidades.
En especial fue importante para ellos la desregulación que comenzó a implementarse durante el sexenio pasado con la presencia de Rafael Camacho Solís, entonces subsecretario de regulación y fomento sanitario. A partir de 1995 se tomaron una serie de medidas orientadas a propiciar una automedicación responsable. La consigna era "un control menor para controlar mejor".
El punto era lograr que el consumidor recibiera más información por parte de los laboratorios, para que éste pudiera normar sus criterios, sin la necesidad de obtener recomendaciones que no son las más acertadas, como las que muchas veces dan los empleados de las farmacias.
En esta labor fue particularmente importante la gestoría de la Asociación de Fabricantes de Medicamentos de Libre Acceso (AFAMELA), que encabeza el ejecutivo de Boehringer, Richard Leiske y que lleva Héctor Bolaños. A ésta pertenecen 18 de los más importantes laboratorios fabricantes de OTC, entre ellos Bayer de Georg Braunleder, la misma Promeco que lleva Carlos Sagasta, Roche-Syntex de Víctor Manuel Migueles, Wyeth que maneja Carlos Abelleyra, Glaxo de Xavier Reyes o Aventis de Sergio Rosengarten.
En ese contexto se inscribe una mayor actividad publicitaria en los medios electrónicos de muchas de estas firmas, para promover algunos de sus medicamentos OTC, mecanismo con el que obviamente buscan acrecentar el volumen de sus ventas. Es más, ha habido casos como el analgésico-desinflamatorio Flanax de Roche-Syntex que ya es de libre acceso.
Sin embargo, en este punto la AFAMELA ha sido especialmente quisquillosa. Y es que por la facilidad con la que se puede acceder a medicamentos, como es el caso de los antibióticos, que deberían requerir prescripción médica, aquí la utilización de medios masivos debe ser muy selectiva. En Estados Unidos o Europa por mucho que una medicina se anuncie, es improbable que el paciente pueda comprarla si no cuenta con receta.
Pero justo en ese contexto esta...
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