En las aguas profundas de la historia

AutorBeatriz De León

Pero contrario a las historias que navegan en la literatura, el cine y la cultura popular, en las que cualquiera puede ir tras el tesoro, en la realidad, existe una legislación alrededor de los bienes sumergidos y están protegidos como parte del patrimonio cultural de la humanidad, pues los restos de un naufragio permiten conocer el pasado, recordar la tragedia humana y estudiar el contexto cultural e histórico de los hechos.

Para su rescate se requiere de especialistas calificados y embarcaciones equipadas con alta tecnología. Además, ese patrimonio se conserva bien bajo el agua gracias a una tasa de deterioro baja y la escasez de oxígeno, pero al llevarlo a tierra firme no sólo sufre deterioro, sino que los objetos extraídos se ven despojados de su contexto y pierden parte de su significado histórico.

De acuerdo con la Convención de la Unesco firmada en 2001, el patrimonio cultural subacuático está integrado por todos los rastros de existencia humana que tengan un carácter cultural, histórico o arqueológico, que hayan estado bajo el agua, parcial o totalmente, de forma periódica o continua, por lo menos 100 años.

Este patrimonio se rige por los mismos principios morales aplicados al patrimonio cultural en tierra firme, por lo que no debe ser explotado comercialmente con fines de lucro o especulativos, ni diseminado.

El área de estudio que lo investiga es la arqueología subacuática, una disciplina relativamente joven, que nació a principios de los 60, cuando el estadounidense George F. Bass realizó la primera excavación completa en Turquía, con métodos y técnicas de la arqueología de superficie adaptados para trabajar bajo el agua.

Cápsula del tiempo

Como uno de los destinos comerciales más importantes del continente a lo largo de la historia y con más de 10 mil kilómetros de litoral, a lo que se suman ríos, lagos, cenotes y pozos, México es un país con un vasto y variado patrimonio cultural bajo sus aguas.

Pecios o fragmentos de navíos naufragados, ciudades sumergidas, cuevas inundadas y otros vestigios con valor cultural o histórico componen este legado, como cápsulas del tiempo.

"No habría recursos humanos, financieros ni tecnológicos suficientes para registrarlo e investigarlo todo. Sin embargo, a lo largo de 35 años y a través de la Subdirección de Arqueología Subacuática del INAH, hemos realizado importantes proyectos de investigación", explica Pilar Luna Erreguerena, titular de la dependencia.

Actualmente, se llevan a cabo proyectos alrededor de la Flota de la Nueva España de 1630-1631, en el Golfo de México; el Galeón de Manila, en Baja California; el Fuerte San Diego, en Acapulco; el Nevado de Toluca y Nahualac, en el Estado de México, y la Cueva Hoyo Negro, en Tulum, Quintana Roo.

La subdirección también realiza un proyecto integral para la protección, conservación, investigación y difusión del patrimonio cultural sumergido en la Península de Yucatán, y otro de rescate arqueológico en Bahía de Vergara, Veracruz.

"Además, hemos atendido denuncias de hallazgos de material arqueológico en múltiples partes de la república", señala vía correo electrónico Luna, pionera en México en el estudio y defensa del patrimonio sumergido.

Según la Unesco, a nivel internacional, se sigue subestimado la riqueza del patrimonio subacuático y en México la situación es similar, en cuanto a la falta de reconocimiento de su existencia e importancia como tal. De hecho, este legado permaneció ignorado, y en muchos casos saqueado, durante mucho tiempo.

Pero gracias al trabajo de especialistas, se generaron los primeros estudios para entender la complejidad de la protección de esos bienes culturales insertos en un ambiente muy peculiar.

En México, el INAH creó en febrero de 1980 la Subdirección de Arqueología Subacuática, enfocada en el registro, protección, investigación, conservación y divulgación del patrimonio cultural que yace bajo las aguas de jurisdicción nacional, marinas y continentales.

Que son las mismas funciones del INAH en cuanto al patrimonio cultural de la nación desde la época prehistórica hasta el siglo XIX.

Ernesto...

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