'Ahora soy feliz'
| Autor | Antonio Bertrán |
Texto: Antonio Bertrán Fotos: Adrián Ruiz
Génesis decidió tomar este nombre a los 29 años no por motivos religiosos, sino porque significa principio y es una palabra neutra: "No es él, no es ella". A esa edad vivió un renacimiento: después de padecer angustia y frustraciones encontró en internet la explicación de por qué se sentía en un "cuerpo equivocado" y cómo resolverlo.
Génesis López Ramírez declina revelar el nombre de mujer que le pusieron sus padres cuando nació en San Miguel de Allende, Guanajuato, el 20 de junio de 1973. "Está enterrado", dice.
Lo enterró cuando tomó la determinación de romper con las imposiciones sociales e iniciar el camino para vivir como un hombre, su verdadero género. "Me sé niño desde pequeño", afirma.
Con chaleco gris oxford, camisa de vestir y pantalones marca Dockers, barba rala pero bien definida y la cabeza a rape, el pasante de historia por la UNAM sonríe cuando un mesero, después de tomar la orden, le dice: "En seguida, joven".
Más que un hombre transexual, es un "hombre invisible", aclara. "Me ves en la calle y piensas: 'Es un güey más', ¿no?".
Nada en él es femenino. Las manos quizá son pequeñas, pero proporcionadas a su 1.60 metros de estatura. La voz ha perdido el tono agudo que antaño desconcertaba a sus interlocutores cuando el muchacho que creían tener delante hablaba. "¡Perdón, señorita!", solían decirle, y le producía pesar.
"Es lo bueno del tratamiento con testosterona: los cambios son rápidos y geniales", explica.
No es el caso de los estrógenos, que, en la otra vertiente de la transexualidad, deben usar por un largo periodo los hombres que desean desarrollar rasgos femeninos para ver resultados.
Génesis empezó a usar testosterona en gel, untada a diario en brazos y piernas. "Fue muy padre cuando, al poco tiempo, noté que me empezaba el bigote y el caminito de la barba". Tres meses después pasó a las inyecciones de esta hormona, que engrosaron su voz "finita" y aumentaron la masa muscular.
El tratamiento le fue prescrito por el doctor Rafael Salín, coordinador de la Clínica de Diversidad Sexual o Divergen, adscrita al Departamento de Psicología Médica y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM, cuya referencia encontró Génesis en internet.
Ya había pasado por algunos grupos de apoyo, pero no lo llenaron porque se enfocaban a hombres que se sentían mujeres, que representan la mayoría de la población transexual. Otra vez era estar entre "niñas", lo cual odiaba desde la primaria.
En...
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