Reportaje/ Alberga AL a líderes corruptos

AutorAlejandro Pairone

Reforma / Especial

'Que se vayan todos", gritan a diario centenares de miles de argentinos en sus cotidianas protestas, hartos ya de estar hartos. Hastiados de una élite gobernante que representa a nadie, muchos desconocen empero que sus males semejan a los que sufren cientos de millones en toda América Latina. La corrupción, el crimen y el desapego a la ley son algunos de los males que los hermanan.

La corrupción en la América Latina alcanzó el paroxismo en los 90. Al menos 15 de los Presidentes que gobernaron países de la región desde entonces fueron o están sometidos a proceso judicial, sufrieron encarcelamiento o directamente huyeron para evitarlos.

Los cargos en su contra son gravísimos. Las cifras hablan por sí solas de la debacle ética y moral de la élite que dirigió la región durante el último medio siglo. Ratifican que aún hoy, y apenas en este terreno, las venas de América Latina continúan abiertas.

De los 15 Presidentes en el banquillo, 13 lo están por corrupción. Uno de ellos (el paraguayo Raúl Cubas Grau) suma además cargos por homicidio. El par restante, el ex dictador chileno Augusto Pinochet (en España) y el argentino Fernando de la Rúa, fueron acusados por el asesinato de disidentes políticos.

Algunos lograron escapar antes de que la justicia los atrapara, como Cubas Grau (luego apresado) el peruano Alberto Fujimori, los ecuatorianos Abdalá Bucarám y Jamil Mahuad, y el venezolano Carlos Andrés Pérez.

Pero otros no lo lograron y fueron a dar con sus huesos a la cárcel, como Cubas Grau, su conacional Juan Carlos Wasmosy, el argentino Carlos Menem y, más recientemente, el nicaragüense Arnoldo Alemán Lacayo.

Durante sus mandatos, casi todos tuvieron un denominador común. Fueron quienes intentaron, impulsaron o impusieron las reformas estructurales neoliberales surgidas del llamado Consenso de Washington.

Muchos fueron estrechos aliados de las administraciones estadounidenses, sin distinción de republicanos o demócratas, y recibieron generoso financiamiento de organismos multilaterales de crédito, cuyos destinos pocas veces fueron investigados, pero ayudaron a conformar la insostenible deuda externa latinoamericana.

Otra característica común para siete de ellos (Cubas Grau, De la Rúa, el brasileño Fernando Collor de Melo, Fujimori, Mahuad y Bucaram y Carlos Andrés Pérez) fue que sus gestiones estuvieron atravesadas por protestas sociales, cuando no fueron expulsados de sus poltronas por aquellas.

Década nefasta

Esta década...

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