Más allá de México
| Autor | Leonardo Tarifeño |
¿Arreola, un autor de culto en el extranjero?, ¿el tipo de escritor capaz de influir secretamente en una generación de narradores hispanoamericanos?, ¿o un intelectual perdido en su propia heterodoxia? El chileno Roberto Bolaño, el colombiano Rafael Humberto Moreno-Durán, el español Juan José Millás y el argentino Tomás Eloy Martínez sugieren algunas respuestas.
Martínez conoció a Arreola en 1991, en Guadalajara, en un encuentro del que salió convencido de haber estado junto a un gran conversador, incansable y abundante en metáforas. Por entonces ya había leído toda su obra, e incluía sus cuentos en los cursos que dictaba en algunas universidades de Estados Unidos.
"Cierto consenso le atribuía la influencia de Borges, y creo que él también se plegaba a esa idea, con modestia. A mí me parecía que más bien había creado un México esquivo, de pesadilla, en el que sucedían cosas que no debían suceder, y sucedía, en cambio, lo que no se esperaba. Franz Kafka, y no Borges, habría imaginado algo así", destaca el autor de Santa Evita.
"Aquella tarde hablamos de su aprendizaje junto a Louis Jouvet, del páramo misterioso que se abre entre Guadalajara y Manzanillo, y de Buenos Aires, ciudad que le habría gustado conocer. Me pareció que estaba insatisfecho de sí mismo, y ahora que lo he releído entiendo por qué: se le consideraba entonces un gran escritor y era, en cambio, el más grande de los escritores menores de América Latina", concluye.
En una línea parecida, Roberto Bolaño también se vale del recuerdo personal de Arreola para examinar su legado.
"Yo estaba en una clase en la UNAM, a altísimas horas de la noche, y Arreola se puso al frente para explicar la teatralidad de un director de orquesta. Entonces empezó a cantar la Novena Sinfonía de Beethoven, creo, y cada movimiento suyo crecía y crecía hasta que finalmente él mismo se convirtió en una sinfonía viva", señala el narrador chileno, quien residió en México entre los 60 y 70.
En su opinión, Arreola va a quedar como uno de los grandes autores mexicanos del Siglo 20.
"Aunque todavía no está claro si esa importancia se proyectará fuera de México", dice. "Hay que tener en cuenta que siempre fue un escritor secreto, dispuesto en todo momento a dinamitar los puentes que lo unían con su obra. Ese es un gesto muy interesante, aunque no sirve para difundir a un autor. Tal vez su época más popular fue durante su trabajo en la televisión, pero hasta eso mismo llegó...
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