América Latina: nuevos desafíos

AutorLaurence Pantin

Nuevas constituciones

El 2007 fue marcado por los intentos de los gobiernos de tres países -Venezuela, Ecuador y Bolivia- de reformar o establecer una nueva Constitución con el fin de implementar el "socialismo del siglo XXI".

En Venezuela, Hugo Chávez presentó en agosto pasado un proyecto de reforma a la Constitución Bolivariana que impulsó cuando llegó al poder en 1999. Mientras la Constitución aprobada entonces por el 70 por ciento de la población garantizaba la libertad económica y promovía la iniciativa privada, esta vez se proponía "la construcción colectiva y cooperativa de una economía socialista".

El proyecto de reforma también contemplaba la extensión del mandato presidencial de seis a siete años, y la posibilidad para el Presidente de buscar la reelección sin límite, cuando actualmente está limitada a una vez. Justo un año después de su reelección con 62 por ciento de los votos, Chávez tuvo que admitir su derrota en el referendo sobre su propuesta de reforma a la Carta Magna, rechazada por el 50.7 por ciento de los electores el pasado 2 de diciembre. Pero no descartó hacer una nueva consulta sobre una propuesta de reforma simplificada a la Constitución en el transcurso de los cinco años que le restan en el poder.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, también promovió la redacción de una nueva Constitución, por lo que se eligió en julio de 2006 una Asamblea Constituyente, encargada de redactar el borrador de la nueva Carta Magna. Sin embargo, ésta debió interrumpir sus trabajos durante tres meses debido a un conflicto entre el partido oficialista y la oposición sobre la sede del gobierno nacional. La Asamblea reanudó sus deliberaciones en noviembre pasado, sin la participación del principal partido opositor, y aprobó el texto de la Constitución que deberá ser ratificado por referendo popular este año. De ser avalada, la nueva Constitución establecería un Estado plurinacional con más poder para los indígenas, un régimen económico mixto controlado por el Estado, la posibilidad de reelección del Presidente sin límites y la instauración de una segunda vuelta electoral.

Mientras esos puntos no generaron mayor controversia, el establecimiento de autonomías por departamentos, provincias, regiones y comunidades indígenas fue rechazado por la oposición y por cinco de nueve prefectos, que exigen que la autonomía llegue solamente a nivel departamental.

Por su parte, en noviembre el presidente ecuatoriano Rafael Correa manifestó su intención de promover una nueva Constitución que concilie generación de riqueza con justicia social y permita una mayor intervención del Estado en el manejo de la economía para contrarrestar la influencia del neoliberalismo. Su proyecto de Constitución también prevé la posibilidad de reelegirse por una ocasión. La Asamblea Constituyente designada por los electores en octubre pasado está controlada por el partido del Presidente, por lo que ratificó a éste en su cargo mientras disolvió al parlamento dominado por la oposición, que acusó al gobierno de iniciar una dictadura. La Constituyente tendrá seis meses para redactar y aprobar el texto de la nueva Constitución, que deberá ser ratificado por referendo popular este año.

Fidel, ¿Presidente de nuevo?

Tras 17 meses de incertidumbre en torno a la salud de Fidel Castro y el futuro político de Cuba, algo se mueve en la isla.

Cuando las autoridades anunciaron el 31 de julio de 2006 que Fidel dejaría a su hermano Raúl las riendas del país, como consecuencia de una enfermedad digestiva, empezaron las especulaciones en torno a una posible transición de poder. La ausencia de apariciones públicas del convaleciente líder de 81 años y sus escasos retratos fotográficos o videograbados desataron rumores sobre su verdadero estado de salud. Pero las imágenes de su encuentro con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, el pasado 15 de enero -las primeras en meses en las cuales Fidel aparece de pie- sugieren que recobró fuerzas.

Aunque Fidel no ha anunciado si se presentará por séptima vez a la Presidencia del Consejo de Estado el próximo 24 de febrero, el haber sido electo diputado en los comicios del pasado 20 de enero lo habilita otra vez al cargo, ya que ser diputado es un requisito para ser candidato.

En una muestra del control político que todavía tiene el Partido Comunista, el 96 por ciento de los electores cubanos (8.1 millones) salió a sufragar el domingo pasado y el 91 por ciento escogió la fórmula del voto unido promovida por las autoridades.

Sin embargo, Castro ha dado recientemente mensajes que algunos interpretan como un retiro, al menos a una posición de liderazgo que ya no lo coloque en la primera línea. En la última sesión plenaria del 2007 de la Asamblea Nacional, dijo en un mensaje a los legisladores que no se aferra al...

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