Mary Anastasia O'Grady / Proteccionismo azucarero

AutorMary Anastasia O'Grady

El Presidente George W. Bush y Robert Zoellick, Representante Comercial de Estados Unidos, se encuentran en las reuniones de la Cooperación Económica Asia-Pacífico en Santiago de Chile, esta semana, lo que es indicio de que la expansión del comercio global será una prioridad en el segundo periodo de la Administración Bush.

Éstas son buenas noticias para América Latina, que necesita mucho del liderazgo estadounidense en la liberalización comercial. Pero proyectando una sombra oscura sobre la entusiasta cumbre desde muchos kilómetros al norte está una batalla que se avecina por el Acuerdo de Libre Comercio con Centroamérica (CAFTA, por sus siglas en inglés).

República Dominicana, un importante signatario por el lado centroamericano del acuerdo, ha dado marcha atrás a sus compromisos, y Zoellick está en proceso de tomar medidas para retirarlo como miembro del CAFTA. Algunos allegados en Washington afirman que ratificar el acuerdo sin República Dominicana en el Congreso estadounidense será muy difícil.

En el meollo de la decisión dominicana de retractarse está una batalla entre el poder concentrado de los magnates azucareros de Estados Unidos y los intereses más amplios y extensos de los consumidores. Lo que está en juego va más allá del CAFTA. Efectivamente, el resultado podría indicar con anticipación si estrechos intereses agrícolas estadounidenses como las grandes azucareras pueden ser metidos en cintura, o no.

El CAFTA es el acuerdo de libre comercio más importante para América Latina desde el TLCAN que unía a México, Canadá y Estados Unidos. Juntos, los países del CAFTA -Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y República Dominicana- son el decimotercer socio comercial más grande de Estados Unidos. El comercio de EU con ellos es mayor que el que tiene con Singapur o Australia. En América Latina, sólo México es el socio comercial más grande de Estados Unidos.

En testimonio ante la Comisión de Comercio Internacional a principios de este año, Sarah Thorn, directora titular para comercio internacional de la Asociación de Elaboradores de Comestibles de Estados Unidos (GMA, por sus siglas en inglés), destacó hallazgos de un estudio sobre el CAFTA patrocinado por la GMA y realizado por la International Trade Services Corporation. "Nuestro análisis de flujo comercial sugiere que al eliminar aranceles, las exportaciones de la GMA podrían incrementarse de 359 millones de dólares a 662 millones de dólares -un aumento del 84 por...

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