Asume presidente de tiempo completo en INA y democratizan su consejo

AutorAlberto Aguilar

CASI SIEMPRE QUE nos referimos al TLCAN, uno de los rubros que viene a la mente es el automotriz, uno de los mayores beneficiarios de ese acuerdo. Las cifras al respecto no mienten. El año pasado se produjeron en el país más de 1 millón y medio de unidades, de las cuales las dos terceras partes se exportaron, lo que representó el ingreso de divisas por 29 mil millones de dólares.

Si bien es cierto, esta rama importó 17 mil millones de dólares, que da un balance favorable, el negocio automotriz representa el 16.4 por ciento de todo el comercio exterior de México.

Lejos quedaron las épocas en donde dicha industria se vislumbraba sólo orientada al mercado interno, con aquel primer decreto de 1962 y la posterior incorporación de Chrysler, Ford, General Motors y más tarde Volkswagen y Nissan.

Claro que hay innumerables retos por venir para la industria automotriz. De entrada el TLC con la Unión Europea, con asechanzas y oportunidades. El propio acuerdo con EU y Canadá que implica una apertura total para el 2004, que ya está a la vuelta de la esquina.

Por otro lado, hay una asignatura pendiente que es la misma estrechez del mercado interno. Apenas el año pasado con 720 mil unidades vendidas, se rebasó aquella cifra mágica de 600 mil unidades de 1981. Tuvieron que pasar 18 años para conseguirlo.

Países como Brasil, con un similar grado de desarrollo, tiene un mercado doméstico de 1.6 millones de unidades, aunque hay que decirlo también, su presencia exportadora es menor debido a sus estándares de calidad.

Tener en México un automóvil nuevo, es pertenecer a un sistema de privilegio. Toda la política fiscal está orientada a desmotivar las ventas. El ISAN, una tenencia anual y una deducibilidad restringida, amén de niveles de IVA superiores a los que paga un consumidor estadounidense.

De ahí la antigüedad de la gran mayoría del parque vehicular conformado por 14 millones de unidades, con esas presiones de diversos grupos en épocas electorales para regularizar vehículos que en EU son ya de desecho.

Hablamos pues, del blanco y negro. Un sector que se erige como la estrella exportadora, y el mismo con grandes desventajas en su mercado doméstico.

En este contexto está la industria de autopartes, que pocas veces aparece en escena y a la que habrá que reconocerle que ha evolucionado casi a la par de los retos impuestos por la industria terminal. Las amenazas y oportunidades de ese rubro, por supuesto que les atañen.

En este contexto, INA que es Industria...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR