Cafés de chinos: De campesinos a restauranteros

AutorMario López, Myriam García y David Oziel

Desde hace muchos años convivimos con ellos, hemos visitado en algún momento y lugar del País sus cafés o restaurantes y han sido el contacto directo de México con el Lejano Oriente.

Se trata de cientos de empresarios de origen chino, cuya receta secreta es haber sabido combinar el sazón de la comida mexicana con la oriental adaptada al gusto nacional.

Y es que la historia de estos migrantes es muy peculiar.

Todos llegaron sin dinero en la bolsa, por lo que sus negocios se iniciaron con capital mexicano, cuenta Yalin Lim, conocido empresario chino, dueño de varios establecimientos.

La mayoría provenía del campo y estaban acostumbrados a vivir con poco dinero, por lo que trabajaban y ahorraban hasta conseguir lo suficiente para iniciar su negocio o se asociaban con mexicanos.

Según la Embajada China, en México viven cerca de 3 mil residentes chinos y 20 mil mexicanos de origen chino, distribuidos en Tijuana, Mexicali y Chiapas.

Sólo en la Ciudad de México viven unos 800 residentes chinos, que se dedican a las actividades de restaurantes y cafeterías, y 5 mil nacionalizados mexicanos, que son intelectuales, abogados, médicos, profesores e ingenieros.

La mayoría de las familias restauranteras llegaron a México desde San Francisco, California, o directo desde Cantón, China, durante o después de la Segunda Guerra Mundial, en busca de mejores condiciones.

Los cafés son la fórmula de negocio más tradicional de estos inmigrantes, donde ofrecen tazas de café con leche caliente acompañadas de los tradicionales bisquets.

Uno de los más famosos es el de Luis Engfui, hijo de pescadores que hace más de 70 años salió del puerto de Cantón rumbo a Canadá, una vez terminada la Revolución China, con la intención de realizar estudios, junto con cuatro de sus primos.

"En Veracruz trabajaron en restaurantes lavando mesas para poder comer y juntar algo de dinero; después trabajaron en la refinería de Tampico", explica Acacia Engfui, hija de este migrante.

Junto con sus primos abrieron cuatro restaurantes, dos en Tampico y otros dos en la Ciudad de México.

Uno de ellos es el famoso Café Popular ubicado en el Centro Histórico, en 5 de Mayo, conocido no sólo porque ahí llegó a reunirse Fidel Castro con otros cubanos antes de la Revolución, y por que una vez Louis Armstrong sacó su trompeta y deleitó a los comensales, sino también porque ofrece alimentos a precios accesibles las 24 horas del día, los 365 que tiene el año.

La comunidad china es difícil de penetrar y...

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