Carmen Aristegui F. / 'Solicito niños...'
| Autor | Carmen Aristegui F. |
Quien al periodismo se dedica está expuesto a todo tipo de informaciones, relatos e imágenes que conducen, las más de las veces, a lo peor de la condición humana.
Se desarrolla en todo esto una especie de instinto para subrayar lo que está mal. Debe mostrarse lo corrupto, lo indebido y lo ilegal. Es por ello que, en esta profesión, se pueden ver asuntos que indignan, enojan y frecuentemente conducen a la crispación. Se trata de encontrar, persistentemente, lo podrido. Me ha ocurrido, de manera atroz, hace unos días.
Dentro del equipo de noticias de canal 52, se decidió realizar un reportaje sobre pornografía infantil en Internet. Los datos duros e información estadística, hoy disponibles, hablan de un fenómeno en crecimiento altamente inquietante.
UNICEF se refiere a un millón de niñ@s explotados en el sur de Asia; a varios cientos de miles en Europa; otros tantos en América Latina y otros cientos de miles en Africa. Calcula que cada año un millón de niñ@s en todo el mundo engrosan las filas de la prostitución infantil. Este fenómeno, igual que el de la pobreza, el sida o las Muertas de Juárez, de tan reiterados, terminan por convertirse en un genérico que nos remite inexorablemente a la idea de lo irresoluble. Las cifras terminan siendo solamente eso. Se pierde el rostro y condición de quién lo padece, de quién lo provoca y de quién lo tolera. Las cifras nos han arrebatado la piel. Hemos perdido sensibilidad. De pronto, nos descubrimos hablando de la prostitución infantil como quien habla de la balanza comercial. Los compañeros Ana Torres, reportera, y Oswaldo Villalvazo, realizador, que presentaron este trabajo, la noche del jueves, no sólo nos informaron sino que sacudieron parte de nuestras conciencias. Este artículo pretende compartir con los lectores parte de los entretelones del reportaje. Quiero extender a quien esto lee algo de nuestra indignación. Quiero que usted se asome. Que vea. Que sepa de la facilidad con que cuenta cualquiera para usar esos pequeños cuerpos de las almas rotas.
Nuestros compañeros iniciaron su investigación con cierta normalidad. Terminaron conmocionados.
Entraron en contacto con Hervé Hurtado, director de la Policía Cibernética quien, en un afán de sensibilizarlos, les mostró imágenes brutales. Fotos de varios niñ@s entre 4 y 12 años. Vieron niños posando con penes erectos y la expresión perdida en un abrazo desnudo. Les fue mostrado un pequeño de aproximadamente 10 años. En un primer tiempo se observa...
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