Cautiva Dudamel a las audiencias
| Autor | Cristina Marcano |
Corresponsal
CARACAS.- Si hubiera que ponerle música a su vida, tendría que ser una alegre sinfonía. A sus 26 años de edad, Gustavo Dudamel ha logrado sobresalir en un mundo donde no funciona la suerte.
El pasado abril, el talento del joven venezolano fue reconocido al ser contratado para dirigir durante cinco años, entre 2009 y 2014, la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, una de las más importantes del mundo, como sucesor del reconocido finlandés Esa-Pekka Salonen, quien anunció su retiro para dedicarse a componer.
Entretanto, el músico continuará como director principal de la Orquesta Sinfónica de Gotenburgo, en Suecia, y tiene invitaciones para tocar en Austria, Estados Unidos, Italia, Alemania e Inglaterra.
Ya se ha anunciado que en septiembre Dudamel dirigirá la Staatskapelle de Berlín, acompañado por el pianista argentino-israelí Daniel Barenboim, con un programa que incluirá obras de Bartok y Beethoven.
Artista exclusivo de la firma Deutsche Grammophon, las entradas a sus conciertos se agotan y su agenda está cubierta hasta el 2014.
Su batuta, sostienen los entendidos, conmueve a los músicos más curtidos y sorprende a las audiencias más difíciles.
Cuando el año pasado, la revista Gramophone le pidió a Barenboim escoger quién sería el futuro "superestrella" de la música clásica, no dudó en proponer a Dudamel.
"¿Qué hace a Gustavo tan especial? Ante todo, él ya tiene aquellas cosas de la música que no pueden ser aprendidas", declaró a la revista.
Nacido en un hogar sencillo de la provincia venezolana, dentro de una familia que vivió siempre de la música, Dudamel no tuvo ninguna dificultad para visualizar su destino. En su infancia, antes que el alfabeto aprendió las notas musicales.
Aunque tuvo su primer violín a los cinco años y dirigió por primera vez una orquesta de manera formal a los 15 años, el joven de melena rizada y apariencia de rockero descarta que su talento sea producto de un don natural.
"No soy un niño prodigio, soy un muchacho que estudia, que trabaja mucho, con disciplina y, sobre todo, (al) que le gusta lo que hace", declaró el año pasado en Milán a la agencia AFP.
Su despegue internacional comenzó en 2004 cuando ganó el Primer Concurso de Dirección Musical Gustav Mahler de la Bamberg Symphoniker.
En el concierto final, sorprendió al jurado al incluir una pieza del compositor venezolano Aldemaro Romero junto a obras de Mahler y Schubert.
Desde entonces le llueven las invitaciones y no ha parado de viajar. A donde...
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