Chivas de oferta
| Autor | Ramón Estrada |
GUADALAJARA.- Chivas no metió ni las manos y terminó con una goleada de escándalo.
El América de Antonio Mohamed le pegó una paliza de 4-0 al Guadalajara en un Estadio Omnilife lleno, en el Clásico Nacional más vigilado de la historia.
Con dos goles de Luis Gabriel Rey, y otros de Raúl Jiménez y Luis Ángel Mendoza, las Águilas coronaron la noche triunfal, en la que aprovecharon cada regalo de los rojiblancos. El cuadro azulcrema propinó al Rebaño la peor goleada en torneos cortos.
Errores defensivos y del portero, aunados a un endemoniado juego de Rubens Sambueza, sentenciaron al chiverío a soportar la exhibición más humillante del torneo.
Y fue ante un rival que no había jugado bien y venía cargado de dudas, pero que entendió mejor en la cancha lo que era un Clásico.
Pablo Aguilar metió un trazo para la izquierda, donde Sambueza controló y metió el centro que, a segundo poste, Rey empujó para el 1-0 apenas al 9'. Ninguno de los azulcremas tenía marca.
La gente, que tardó como nunca en llegar a las butacas, no terminaba de acomodarse cuando, al 15', Jair Pereira despejó un balón al centro que le salió pase para Rey, quien se acomodó fuera del área y venció al portero con un tiro al ángulo superior izquierdo.
El chiverío intentó reaccionar, pero lo que más podía hacer era pisar el territorio visitante, sin claridad.
Al 29', en un parpadeo visitante, Carlos Fierro le puso un pase de oro a Jorge Enríquez desde la izquierda, pero el "Chatón", sin marca y con el portero casi vencido, remató con la cabeza un balón que rozó el travesaño, en la más clara de los de casa.
Para el segundo tiempo, las Águilas bajaron intensidad, pero Sambueza, por ambas bandas, generaba nerviosismo.
Al 55', Rodríguez cometió su primer pecado al escupir una pelota al centro en un disparo de Miguel Layún, luego tapó el contrarremate, pero la dejó suelta para que Jiménez marcara su quinto gol en los últimos cuatro Clásicos.
El "Turco" no arriesgó más, pero se dio cuenta que los de José Luis Real eran débiles y no tenían idea al frente, con Aldo de Nigris aislado y una defensa tambaleante.
Al 74', un mal despeje de Rodríguez propicio que el "Quick" Mendoza bombeara y vigilara que el balón entrara, ante la desesperada llegada de los defensas, que pese a tener ocasión para despejar, no lo hicieron.
Con el cuarto, miles de fans rojiblancos se levantaron para salir rápido y no soportar más la burla y el grito de "¡cinco, cinco!" de los azulcremas.
Con la caída, el Rebaño bajó...
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