'Cierran' empleos a los no católicos

REFORMA/ Staff

Pertenecer a una agrupación minoritaria religiosa en México provoca, entre otros tipos de discriminación, dificultades para accesar a un empleo estable y a una remuneración digna.

De acuerdo con el estudio "Discriminación a grupos minoritarios religiosos en México 2007", elaborado por la investigadora Amalia Gracia para el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), al menos el 40 por ciento de los individuos pertenecientes a grupos minoritarios religiosos perciben un salario menor a la mayoría católica.

"El 80 por ciento de esta población dadas sus condiciones laborales, no está capacitada para mejorar su calidad de vida", cita el texto.

Además, un 31 por ciento considera que tiene menos oportunidades de conseguir trabajo que el resto de la población.

Los católicos representan el 88 por ciento de la población con 61. 2 millones de fieles, mientras que el restante 8.5 lo integran los considerados grupos minoritarios y un 3.5 se declaran ateos.

Después de la Iglesia católica se sitúan los protestantes y los evangélicos con 3.5 millones; de las religiones bíblicas no evangélicas son 1.4 millones y 221 mil profesan otras. Alrededor de 2.5 millones se identifican como no practicantes.

En Chiapas, Oaxaca, Hidalgo y Estado de México se concentran la mayoría de estos grupos minoritarios.

Los estados que encabezan la lista con mayor discriminación salarial son Chiapas, Yucatán, Campeche, Quintana Roo, San Luis Potosí y Sinaloa. Destaca que la región central del País es la que menos discrimina a esta población.

Al menos un 8 por ciento tiene como ingreso un dólar diario, mientras que el 77 por ciento recibe más de dos dólares y un 15 por ciento gana entre uno y dos dólares por hora.

El informe indica que la zona geográfica también es motivo de segregación salarial.

"La discriminación salarial hacia los grupos minoritarios religiosos... el ingreso por hora en promedio fue de 2.3 dólares en las áreas urbanas de las zonas metropolitanas, siendo levemente mayor a la mitad de éste en las áreas rurales.

"La diferencia entre lo urbano y lo rural es latente dentro del propio grupo, mostrando las condiciones precarias de las comunidades rurales del País que trascienden las características religiosas. Sin embargo, la discriminación salarial hacia las agrupaciones religiosas alcanzó un 11.3 por ciento de diferencia en relación con el ingreso de los grupos de católicos en la parte rural del resto del territorio, independiente de...

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