Cinna Lomnitz: 'La Universidad está muerta'
| Autor | Ivonne Melgar |
Habla en pasado y de una generación de jóvenes que considera perdida. "Nos faltó talento para rescatar esto. Fallamos más que ellos. Nosotros éramos sus maestros", dice Cinna Lomnitz, científico y profesor de la UNAM desde hace 32 años.
Cinna Lomnitz lanza su temor: difícilmente la institución sobrevivirá a esta crisis. "Un asesino no puede echar marcha atrás, decirle al cadáver que el arma estaba dirigida a otra persona. Para mí la UNAM está muerta, a menos que se demuestre lo contrario".
No era, lamenta, una universidad normal.
Aunque el concepto de la normalidad resulta relativo, agrega Lomnitz, para enseguida ampliar la dimensión de sus cuestionamientos hacia lo acontecido a nivel nacional en el terreno de la educación superior en los últimos 18 años.
"Cuando en México, desde la óptica del Gobierno, existe la posibilidad de confundir una escuela técnica con una universidad, algo anda mal", señala el destacado experto en sismos.
Las escuelas técnicas, disfraz de universidad
Su afirmación hace referencia al reiterado planteamiento del Presidente Ernesto Zedillo de que en su administración se han creado 70 universidades.
"No lo son", replica, "conozco personalmente la situación de los maestros universitarios que estamos agrupados en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), que es un organismo de gobierno cuyo ingreso se rige a través de una estricta selección por mérito, administrada por pares, y que yo sepa ninguno de nosotros ha sido contratado para enseñar en alguna de esas 70 instituciones. Son muy útiles desde luego, pero son escuelas técnicas, no universidades".
En opinión del académico de origen alemán, que llegó a México procedente de Estados Unidos en el año de 1968 y que ha sido profesor visitante en universidades catalogadas como entre las mejores del mundo, aquí no se ha inaugurado una universidad pública en años. "Tampoco se ha inaugurado un laboratorio nacional importante. No hay impulso para el desarrollo científico".
Y echa mano de una anécdota histórica protagonizada por un general boliviano que pedía al presidente de Chile la concesión de un puerto sobre el Océano Pacífico. Largas negociaciones precedieron a la exclamación del Mandatario: "¡No comprendo nada! Estos, ¿para qué quieren puerto si no tienen mar?", relata Lomnitz y enseguida toma el asunto para exponer su siguiente cuestionamiento.
"Esa fue la lógica de la UNAM. ¿Para qué queremos científicos si no tenemos universidad? ¿Para qué queremos universidad si no...
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