Ciudad bajo cero
| Autor | Mario Colina, Cristina Fernández del Valle, Andrea RodrÃguez y Myrna MartÃnez |
Del Centro a Santa Fe, la Ciudad de México se llena de actividades navideñas para disfrutar en estos días de asueto.
Creando muñecos de nieve, patinando sobre hielo o batallando con bolas de nieve, podrás sentir que el Zócalo está en una ciudad cercana al Polo Norte.
Mientras tanto, los secretos de Santa Clos podrán descubrirse en su Fábrica, para la cual se abre un "portal dimensional" al sur de la Ciudad de México.
Las nevadas también estarán a la orden del día en los centros comerciales, a los cuales Santa pasará a escuchar las peticiones de los niños, especialmente aquellos que se portaron bien este año.
Y para no dejar de disfrutar las calles de la Ciudad, estará el árbol de Navidad más grande del mundo, la serie de Nacimientos en Reforma y, por si fuera poco, un concierto de Plácido Domingo al pie del Ángel de la Independencia.
Así, en medio del invierno, la calidez ha inundado a la Capital.
Cosas que no debes perderte en: el Zócalo Capitalino
-
- Pista de patinaje
En el Zócalo se levanta hasta el 6 de enero una ciudad de nieve en la que los capitalinos disfrutan, artificialmente, de las delicias del invierno cual si estuviesen en Nueva York, Toronto o Moscú.
Y entre esas delicias destaca una de las pistas de hielo más grandes del mundo, así como una replica en pequeño de esa misma, para que puedan patinar los niños sin el peligro de ser arrollados por los adultos.
Las taquillas para la pista de hielo están abiertas a partir de las 8.30 horas y, aunque los horarios para patinar se extienden hasta las 20:30 horas, es pertinente llegar temprano.
Si llegas a la ventanilla a las 12 del día seguramente te tocará turno en la tarde noche y alrededor de las 15:00 se terminan las pulseras que acreditan la entrada.
Hay tres taquillas para la pista de hielo: dos a los costados de la Catedral Metropolitana y una más sobre Pino Suárez.
Esta última es la más recomendable, pues es en la que suele formarse menos gente y además, te mantienes en la sombra mientras esperas.
Antes de ir
- La pista no cuenta con servicio de paquetería.
- El tiempo de espera en fila para la pista varía entre una y dos horas.
- A cada patinador se le entrega una bota de tela azul nueva y estéril para evitar contagio de hongos o infecciones.
-
- Batalla de nieve
Una minipista de motos para nieve, un campo de batalla para lanzar bolas heladas, una gran resbaladilla de nieve y un museo con figuras de hielo, componen el gélido complejo de entretenimiento gratuito.
Las motos para nieve para niños que midan entre 120 y 140 centímetros son una de las nuevas atracciones: los intrépidos conductores experimentan un terreno irregular pero suave que los hace brincar mientras dan dos vueltas al circuito.
Otra novedad es un cuarto a 10 grados bajo cero que guarda en su interior el primer museo de figuras de hielo en la Ciudad de México, con más de 35 esculturas inspiradas en motivos navideños, animales y hasta una Virgen de Guadalupe.
Para quien no probó suerte el año pasado, cualquiera que mida más de un metro puede sentir adrenalina en la rampa de nieve, donde desciendes sentado al interior de una llanta ya sea en picada o dando vueltas sobre el propio eje.
Las guerras de nieve son uno de los espacios más divertidos para niños entre 5 y 12 años. El campo de batalla es una cancha rectangular dividida a la mitad por un muro de cerca de un metro de altura. En cada contienda ingresan dos equipos de 15 soldados cada uno. Tienen 10 minutos para lanzar bolas de nieve contra sus adversarios, al tiempo en que demuestran habilidad para esquivar los tiros que van dirigidos hacia ellos.
En el área para hacer muñecos de nieve resulta difícil determinar quién se divierte más, si los papás que realizan la mayor parte del trabajo al rellenar con nieve el molde con la forma de la figura, o los pequeños, que principalmente se ocupan de colocar los ojos, nariz, gorro y bufanda.
Por seguridad
- En las guerras...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba