La Ciudad y El Crimen/ Errores Heredados

AutorRafael Ruiz Harrell

Cada vez con más frecuencia se dice que el Presidente Fox quiere una policía nacional. La explicación casi siempre es la misma: sólo uniendo fuerzas y presentándole a los criminales un frente común podremos llegar a controlarlos. Dividir fuerzas nos debilita.

El proyecto tiene historia y hubo tiempos en que ocupó rango principal entre los planes zedillistas, tanto que se hizo cuanto era jurídicamente posible para conseguir cristalizarlo. Aparte de algunos cimientos, la idea quedó inscrita como parte estructural del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el SNSP. A falta de ideas, y ya que vivimos -según se dice-, en el séptimo año de gobierno de Ernesto Zedillo -¿lo recuerda?-, el Presidente Fox revivió la idea creyéndola original y propia y ya se anda viendo, de nuevo, cómo se le hace para hacer lo que no se puede y que, para colmo, no sirve.

Antecedentes

La idea de constituir una policía nacional empezó a gestarse a fines de 1994, al reformarse la Constitución para que su artículo 21 dijera: "La Federación, el Distrito Federal, los estados y los municipios se coordinarán, en los términos que la ley señale, para establecer un sistema nacional de seguridad pública".

Diez meses después, al promulgarse la ley que estableció las Bases de Coordinación del SNSP, quedó claro que "coordinar" quería decir en este caso que la Federación le iba a decir a los Estados cómo tenían que hacer las cosas. Y lo que se iba a hacer era muy simple: los cuerpos policíacos de todo el país y de todos los niveles iban a quedar bajo un mando unificado. Arrasar con el federalismo, la soberanía de los Estados, la autonomía de los Municipios y otros principios constitucionales, era lo de menos.

El proyecto implicaba tal lío legal que por varios años quedó dormido, pero al llegar Francisco Labastida a Gobernación la tontería recuperó la vida y el último día de agosto del 1998, al dar a conocer un nuevo reglamento interno de esa secretaría, el "Diario Oficial" reafirmó que la estructura del SNSP implicaba la constitución de una policía nacional. Como esa vez hubo protestas, los voceros oficiales explicaron que se trataba tan sólo de "una instancia de coordinación", y a manera de prueba -y sin saber lo que decían-, añadieron que el proyecto de la nueva policía "estaba inspirado en las policías nacionales de Colombia y de Francia", y que además tales países ya nos estaban dando asesoría.

El Problema

La aclaración reveló lo absurdo de la idea. Los países elegidos a manera...

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