Ciudad de Querétaro: Belleza entre arcos
| Autor | Yaotzin Botello |
Dos grandes iconos se distinguen a la entrada de Querétaro: el Estadio de la Corregidora, copia del Azteca de la Ciudad de México, con capacidad para 40 mil personas y sede de uno de los primeros conciertos masivos de extranjeros en el país, con la presentación de Rod Stewart en abril de 1989; y el acueducto, un punto excelente de partida para cualquier recorrido por la ciudad.
A este último se le conoce ahora como "los arcos de la ciudad", una construcción que data del Siglo 18. En su tiempo fue el sexto más importante del mundo, y ahora también destaca internacionalmente por su belleza arquitectónica.
Su levantamiento comenzó el 26 de diciembre de 1726 y terminó el 15 de octubre de 1735, costó 131 mil pesos y alcanzó una longitud de más de 12 mil metros, 4 mil de los cuales fueron subterráneos. Hoy se ven 74 arcos que le sobreviven a lo largo de no más de 2 kilómetros.
Además de la longitud que alcanzó, la importancia del acueducto se debió a que transportaba unos 70 litros de agua por minuto, hasta 1944, cuando los manantiales se secaron y dejó de ser útil.
El acueducto y la ciudad entera se pueden observar desde dos puntos: el Panteón de los Queretanos Ilustres y la Zona Dorada. En el panteón están las cenizas del otrora corregidor de Querétaro, don Miguel Domínguez, y de su esposa, Josefa Ortíz, llamada "La Corregidora".
La Zona Dorada se eleva al oriente de la ciudad; se trata de una pequeña colonia residencial para gente de alto nivel económico. Desde ahí se pueden hacer muy buenas tomas fotográficas, sobre todo cuando el sol se está ocultando al fondo de la ciudad.
w ¿Qué más Visitar? A partir de los "Arcos" se puede comenzar con un pequeño recorrido a pie o en taxi hacia el Centro Histórico de la ciudad, declarado en diciembre de 1996 como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Como parte de los programas para que Querétaro mantenga el estatus otorgado por la UNESCO, está el hecho que en el centro no hay vendedores ambulantes, marquesinas o anuncios luminosos, lo cual resulta agradable a la vista y al paso de la gente.
Los sábados por la noche se puede caminar bajo un ambiente de fiesta por el jardín de la Corregidora o por la Plaza de Armas, entre cafés, jóvenes y una limpieza ejemplar.
En la Plaza de Armas confluyen los poderes Ejecutivo, al norte, con lo que fuera la Casa de la Corregidora; el Judicial, al poniente, y el Legislativo, al oriente.
La otrora casa de doña Josefa Ortiz de Domínguez es una construcción virreinal...
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