Colaborador Invitado / Ética y responsabilidad social

AutorColaborador Invitado

Alfonso Bolio Arciniega

Cada día es más claro que para mantener una economía sustentable, la rentabilidad por sí misma no lo es todo. La generación de valor económico agregado, es decir, la suma de riqueza neta y el impacto real que esto tiene en la empresa y en la sociedad, tiene un efecto inmediato en la transformación del entorno.

La responsabilidad social de la empresa rebasa la idea de estar alineado con una tendencia global. La genuina preocupación por los factores endógenos y exógenos que inciden en la organización es más que una buena idea, ya que éstas generalmente trascienden los límites que se le asignan.

No sólo se trata de ayudar a paliar los desequilibrios económicos ni de implantar políticas de ahorro para bajar los costos. Si bien éstos son pasos importantes, no son suficientes.

Para que las organizaciones sobrevivan en el largo plazo, es indispensable contribuir con el entorno para que la sociedad mantenga niveles reales de progreso y este círculo virtuoso sea el sostén de la creación de riqueza.

Además del enfoque en cuidar el medio ambiente y aprovechar las materias primas no renovables, es indispensable garantizar que los líderes empresariales sean personas íntegras, capaces de brindar oportunidades para el desarrollo personal, profesional y económico.

EL ELEMENTO DIFERENCIADOR

En todo el mundo las escuelas de negocios juegan un papel primordial en el entramado social, ya que preparan a los líderes que encabezarán las corporaciones, así como a los propietarios de pequeñas y medianas empresas que predominan en número.

Por tanto, la introducción de valores en la formación de líderes tendría que ser la principal tarea de estas instituciones, pues los aspectos técnicos y el pensamiento estratégico ya forman parte de la currícula de escuelas especializadas.

Sin embargo, la técnica no puede suplir las características que nos hacen más humanos, el factor verdaderamente transformador de la realidad social. Dejar a la deriva la formación de la persona en cuanto responsable de su entorno es soslayar la principal función de una escuela de negocios.

Claudicar de esta responsabilidad es una de las más graves omisiones que se han cometido en años recientes y prueba de ello es que la crisis económica global se suma a una crisis axiológica.

Para que las nuevas generaciones tengan mayores oportunidades y un mejor nivel de vida, será necesario que las empresas estén enfocadas no sólo a la rentabilidad, sino también en materia de...

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