Corazón del mundo maya

AutorCecilia Núñez

Fotos: Adrián Ruiz

Enviados

IZAMAL, Yucatán.- Nunca imaginamos lo que nos esperaba tras la discreta puerta de Casa de Madera. Un pasillo con muros tallados a mano y frescos con motivos florales conducen a un jardín con piscina y a cuatro encantadoras habitaciones.

Es difícil imaginar que este oasis era, hace apenas un par de años, una antigua casona en ruinas; ahora luce restaurada, con apego a su diseño original.

Carlos, Esteban y Ramiro, vestidos con guayaberas blancas, nos ofrecen agua de jamaica y nos convidan a la mesa, servida con platillos regionales. Luego, sólo con sus sonrisas, anuncian que nuestra estancia en esta casa será memorable.

Podríamos pasar la tarde entera bajo la sombra de un árbol escuchando la orquesta de aves trinando, pero la calesa, un carruaje tirado por caballos, nos espera. También Izamal.

A ritmo pausado recorremos sus edificios coloniales, plazuelas y pirámides prehispánicas. Pasado y presente fundidos; aquí no existe el tiempo.

Al rodear el ex Convento de San Antonio de Padua, entendemos la fuerza del sincretismo cultural de la zona. Este convento resguarda el santuario de la virgen de Izamal, patrona de Yucatán, venerada de forma tan apasionada como se adora al legendario Itzamná, dios sembrador del conocimiento, que hizo de este terreno una ciudad santa y, por lo tanto, un centro de culto durante el imperio maya.

Izamal ya era un sitio de peregrinación en la época prehispánica, y lo sigue siendo hasta la fecha, por motivos relacionados con la fe.

A unas calles del Convento, otro sitio sagrado. La pirámide de Kinich-Kakmó sobrevivió a la conquista española, a pesar de ser un centro de culto al sol, donde se le ofrendaban flores, frutos y animales. Hoy es uno de los pocos sitios arqueológicos abiertos al público en la zona y la pirámide más alta de Yucatán, con 35 metros de altura. Desde su último peldaño, la ciudad se revela en su esplendor amarillo.

Al interior de los muros

Hacemos una parada en una casona de la época virreinal, que ahora es recinto del Centro Cultural y Artesanal. Israel Casanova nos acompaña por el museo, que expone artesanías locales y de diversas regiones de México, y luego nos guía hasta los vestigios de una pirámide que se encuentra en pleno patio.

"Izamal también es conocida como la Ciudad de los Cerros, por la cantidad de pirámides que hay, muchas han quedado atrapadas o enterradas entre casas y construcciones, coloniales o modernas, y otras han desaparecido, porque las piedras son...

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