Crece amenaza de ciberdelitos

AutorGladys Ferrer

Fotos José Diego Gómez

Una computadora es el arma básica para cometer un delito informático o cibernético y las víctimas pueden ser tantas como los poseedores de una: empresas, instituciones de Gobierno o el ciudadano común.

Estos ilícitos van desde los fraudes, falsificaciones, clonación de líneas telefónicas, de tarjetas, e intrusión en sistemas de cómputo, hasta la explotación sexual comercial, la pornografía infantil, amenazas y el secuestro de información de un banco o acceso a información clasificada.

De acuerdo con especialistas del área, los delitos cibernéticos son una consecuencia de la globalización: no existen los límites geográficos para su comisión. Ilícitos como fraude, lavado de dinero y espionaje industrial pueden ser realizados en un país y repercutir en otro.

Un ejemplo de ello pueden ser empresas que físicamente no existen pero venden sus productos a través de internet, dicen tener su sede en determinada localidad y otorgan una línea de crédito para la compra de un producto.

"La transferencia de fondos se hace y el depósito final termina en otro país, aquí fácilmente se puede estar 'lavando' dinero", alerta Edwin Lugo, agente del Servicio Secreto de Estados Unidos.

En materia de fraudes, las empresas son altamente vulnerables de ser saboteadas o de sufrir robo de propiedad intelectual si subestiman a los ciberdelincuentes, dijo el especialista.

Gabriel Alvarado, director general de Symantec México, compañía dedicada al desarrollo de programas antivirus y de seguridad informática, ha dicho que de acuerdo con estudios del FBI, del año 2000 al 2001 las pérdidas por robo de información propietaria se incrementaron de 67 a 151 millones de dólares;de 56 a 93 millones en fraudes financieros, mientras que por ataque de virus la cifra creció de 29 a 45 millones de dólares.

Pero los delitos cibernéticos no son dirigidos exclusivamente a las empresas o dependencias, pues en actividades cotidianas, como el comprar alimentos, el ciudadano común puede ser afectado.

Si un comensal paga su cuenta en el restaurante con su tarjeta de crédito y ésta es clonada por un empleado, ¿a quién acusar: al establecimiento o a los empleados que tuvieron en sus manos la tarjeta?

Mientras el afectado se decide a denunciar el banco va a cobrar lo que con esa cuenta se siga adquiriendo.

Además, si el afectado decide entablar un juicio contra el banco por los cargos, hará un gasto considerable y equiparable a la pérdida o superior, de ahí que haya poca...

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