Cuídese de tarjetas no pedidas

AutorJessika Becerra

Recibir una tarjeta de crédito preautorizada por parte de un banco, puede ser peligroso.

Aun cuando no se active ni se utilice el plástico, "alguien" puede estar haciendo compras y disposiciones sin que usted se entere, y el banco tiene la facultad de cobrarse esa deuda "a lo chino".

Así le sucedió a Jesús Liceaga Ángeles de 71 años de edad, quien recibió hace dos años en su domicilio una tarjeta pre autorizada por HSBC, la cual no solicitó y por lo tanto no activo ni utilizó. El 7 de enero de 2008, el banco HSBC comenzó a llamarle por teléfono para solicitarle que pagará un préstamo vencido que estaba como cargo en la tarjeta.

"Entonces llamé al departamento de aclaraciones de HSBC donde se me informó sobre una serie de disposiciones en efectivo hechas con una tarjeta que reemplazaba a la que me enviaron hace dos años, misma que nunca recibí", comentó el afectado en entrevista.

HSBC precisó que durante 10 días seguidos de diciembre de 2007, alguien hizo retiros de efectivo diarios por 4 mil pesos en cajeros automáticos con la tarjeta que sustituyó a la anterior que nunca fue activada por el usuario ni sujeta a un contrato firmado.

El banco le cobraba a Liceaga más de 56 mil pesos que se habían dispuesto del cajero, más las comisiones por el movimiento que eran de 400 pesos cada una y como el financiamiento no se cubría, el banco ejerció su facultad de utilizar los recursos que los clientes tienen en cuentas bancarias.

Liceaga tenía una cuenta en HSBC donde recibía su pensión y la institución financiera tomó su dinero, porque así lo...

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