El Curador: Promotor y cómplice

AutorJesús Pacheco

Desde hace siglos ha existido en el arte una figura que ostenta autoridad intelectual y se encarga de contextualizar, dar sentido o destacar la importancia de ciertas obras, por sí mismas, dentro de una colección o dentro de la misma historia del arte.

Pero no será hasta la segunda mitad del siglo 20 cuando la palabra "curador" comience a sustituir las de promotores o comisarios y sirva para designar a una amplia categoría de personajes responsables de dar forma a exposiciones: desde el trabajador de un museo que se había dedicado por años a investigar una parte específica de sus colecciones hasta el colaborador free lance capaz de elaborar una magnífica historia sociocultural asomándose a una bienal de arte contemporáneo.

Hoy, incluso la palabra parece haberse trivializado, impulsado en parte por su uso en publicidad, al grado de que cualquier persona que se ha dado a la tarea de seleccionar algo para su exhibición o venta será llamado curador. Pero si concentramos nuestro interés en el mundo del arte, la figura del curador detona la polémica o, cuando menos, la reflexión.

Entre los artistas, esos personajes que posibilitan con su obra los ejercicios catalogadores o reflexivos de los curadores, hay quienes ven con reticencia o franca desconfianza la práctica curatorial, incluso como una labor en la que el oportunismo se deja ver con frecuencia.

Ahora que las mismas estructuras de conocimiento parecieran vivir una transformación y las instituciones en las que operan principalmente los curadores están siendo cuestionadas, hemos buscado la opinión de seis artistas que no sólo han tenido interacción de diversa índole en exposiciones organizadas por curadores, sino que ellos mismos han desempeñado el rol de curadores en algún momento de su carrera, con miras a indagar en la manera en que es vista hoy la figura del curador, que, se dice, ha traído cambios profundos en el modo en que se piensan las exposiciones.

Para Abraham Cruzvillegas, quien elabora piezas reflexivas desde la práctica escultórica, el curador ha existido, con nombres y labores diversas, desde que el arte como tal existe. Aunque considera que, hoy, un curador debería construir, siempre en cercano diálogo con los artistas, plataformas conceptuales para la producción de conocimiento, lenguaje.

"Debe proporcionar las herramientas, desde el discurso mismo, para que éste pueda ser criticado por la vía de la apropiación por parte del público, otros artistas, otros curadores".

Desde su perspectiva, aunque muchas personas se autonombren curadores, muy pocas cumplen con esas premisas, que él considera indispensables para poder decirse curador.

Nuria Montiel, creadora de La imprenta móvil que este año estuvo en Zona Maco, también alude a la historia del arte al referirse a la figura del curador: "La mayoría de las exposiciones a partir de los años 60 y hasta la fecha han sido organizadas por un curador".

Y afirma que su reflexión crítica e interpretativa sobre la obra de arte ha sido clave para la construcción de discursos filosóficos, históricos, sociopolíticos y pedagógicos del arte contemporáneo.

"Hoy día, es un personaje fundamental en el proceso de legitimación de la obra de arte".

Como ejemplo sugiere revisar la trayectoria de Martha Trucker, la primera curadora mujer del Whitney Museum y posteriormente fundadora del New Museum of Contemporary Art.

"Muchos de los artistas de la generación de los 60 que hoy admiramos, como Bruce Nauman, pudieron mostrar su trabajo por primera vez gracias a las exposiciones que ella organizó y que debieron abrir brecha en el pensamiento modernista que el museo tenía en ese momento".

Israel Martínez, artista sonoro y artífice de los sellos Abolipop y Suplex, ve en la relación entre los curadores y los artistas un vínculo medular para la producción de proyectos, tanto colectivos como individuales.

"Es alguien que da sentido al trabajo artístico de determinado momento, grupo o, una vez más, individuo", sostiene. "Los artistas están en permanente diálogo con los curadores, desde las charlas de café o cantineras se van asomando preocupaciones que derivan en proyectos que vemos expuestos".

Para Arcángel Constantini, artista que trabaja con nuevos medios y con frecuencia en la intersección entre arte y ciencia, el curador suele contextualizar experiencias con su labor, de manera que provoque lecturas discursivas desde la subjetividad y la investigación.

"Además, el papel del curador debe ampliarse al de gestor, que procure los recursos necesarios desde lo artístico, museográfico, la comunicación y lo económico para el buen desarrollo de una propuesta curatorial".

Héctor Zamora, cuya obra con frecuencia presenta desafíos al espacio expositivo, confiesa que el tema no le resulta muy relevante en lo personal, aunque admite que han resultado fructíferas sus experiencias, sin necesariamente haber estado...

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