Demandan reforzar seguridad a Cavallo

AutorRamón Sevilla

A casi 3 años de ser detenido el argentino Ricardo Miguel Cavallo, acusado de crímenes contra la humanidad durante la dictadura militar en su país, una de sus víctimas, Víctor Melchor Basterra, demandó a las autoridades carcelarias mexicanas reforzar las medidas de seguridad en el Reclusorio Oriente para evitar que "escape" o "sufra un accidente".

"Hago un llamado a las autoridades mexicanas para que eviten a toda costa que Cavallo se escape de prisión. También le solicitamos que refuerce la vigilancia sobre él para que no sufra un accidente que ponga en riesgo su extradición a España", dijo.

Este activista político estuvo encarcelado ilegalmente más de cuatro años, de los cuales siete meses estuvo sometido a torturas físicas y psicológicas en la Escuela Mecánica de la Armada Argentina (ESMA).

En entrevista, Melchor Basterra expresó su deseo de que la justicia mexicana resuelva a favor de la extradición del argentino a España, donde es reclamado por el juez Baltazar Garzón.

"La justicia mexicana, por un lado sería hermoso que fallara en contra de Cavallo, porque daría un paso importante, al igual que España, en la persecución de genocidas", apuntó.

El 29 de abril de este año, los ministros de la Corte aplazaron la resolución en la que se proponía que la Suprema Corte únicamente se pronuncie sobre la constitucionalidad del Tratado de Extradición México-España, y remita el resto del asunto a un tribunal colegiado de circuito para que revise otros temas jurídicos.

Por este motivo, Melchor Basterra está de visita en México para reunirse con ministros de la SCJN, a quienes dará a conocer los hechos que vivió durante la dictadura argentina.

Los hechos

Víctor Melchor Basterra no olvida el 10 de agosto de 1979, cuando estaba dormido en su domicilio acompañado por su esposa e hija de dos meses de edad. Esa noche, un comando de la ESMA ingresó a su domicilio para "secuestrarlos" y recluirlos en la Escuela Mecánica de la Armada.

"Ese día entró un grupo de personas y nos secuestraron a mi compañera Dora Laura Suane, a mi hija de dos meses María Eva Basterra y a mí y nos llevaron a la ESMA, que es un edificio donde había un centro clandestino de detención.

"Ahí cuando uno apenas llegaba secuestrado, era torturado invariablemente. En esas condiciones de tortura, de cautiverio, muy duras, estuve siete meses", comentó.

Recordó que dentro de la ESMA existía un centro clandestino que se llamaba Capucha, donde los detenidos eran esposados, "engrillados" y...

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