Denise Dresser / El Presidente autista

AutorDenise Dresser

Vicente Fox dice que siempre está contento, siempre. Vicente Fox dice que el país marcha hacia adelante, marcha. Vicente Fox dice que no es necesario cambiar nada, no es necesario. Con ello demuestra lo que ya es un secreto a voces: el Presidente padece un autismo político que alarma y manifiesta todos sus síntomas. Como cualquier autista, ríe sin tener motivos aparentes para hacerlo; actúa como si estuviera sordo; no tiene ninguna apreciación del peligro; habita un mundo propio. A casi cuatro años de su elección, el hombre que sacó al PRI de Los Pinos vive solo y enfermo allí.

Sus discursos lo revelan, su confrontación con Felipe Calderón lo constata, su relación con el gabinete y con la clase política lo confirma. El Presidente vive en una burbuja. Vive sin entender la realidad que lo rodea. Repite palabras y frases de manera obsesiva. Hace berrinches. No responde de manera normal frente a los estímulos externos. Vicente Fox ha desarrollado una discapacidad que afecta el desarrollo de su gestión y amenaza con despedazarla. Su cerebro ya no funciona como el de un político que quiere y sabe cómo usar el poder. Ya no toma decisiones como las que tomaría alguien preparado para gobernar. Ya no reacciona como un líder con reflejos rápidos frente a retos permanentes. Se le ve desenganchado, se le ve desorientado, se le ve cada día más distante del país que dirige.

No hay una sola causa que explique el autismo del cual es presa. Las raíces de su padecimiento son complejas, hereditarias, genéticas, ambientales. Tienen que ver con la selección de un gabinetazo mediocre, con el desperdicio de su capital político durante el primer año, con la falta de prioridades claras y estrategias concretas, con la decisión de concertar con el PRI en vez de dividirlo, con la apuesta a la popularidad presidencial como fórmula de gobernabilidad, con la persistencia de instituciones creadas para un sistema de partido hegemónico, con el sabotaje intermitente de Diego Fernández de Cevallos, con la incapacidad del PAN para ser partido en la Presidencia, con el activismo incontrolable de su amante-vocera-esposa, con la guerra en Iraq y cómo afecta la relación con el "mejor amigo" George W. Bush. Una combinación de factores interfiere en el desarrollo de Vicente Fox, convirtiéndolo en el Presidente disfuncional que es hoy.

La anormalidad es cada vez más evidente. El desfase es cada vez más preocupante. Los síntomas están allí y emergen a diario. El Presidente "no sabe por...

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