DERECHO, POLÍTICA Y ECONOMÍA / Estado de Derecho

AutorJavier Mondragón

Leges sine Moribus Vanae.

Las leyes, sin buenos modos de proceder, son huecas.

Horacio

(poeta romano)

El artículo primero constitucional, recientemente reformado, establece que todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales de los que México sea parte, y obliga a las autoridades, en el ámbito de su competencia, a promover, respetar, proteger y garantizar dichos derechos.

La reforma es trascendente y necesaria, pero no suficiente para consolidar un Estado de Derecho, en el que gobiernen las leyes y no los hombres.

Nuestra Constitución siempre ha sido motivo de orgullo para los mexicanos, pero no siempre se aplica. Las normas existen, pero ha faltado en gobernantes y gobernados la voluntad de respetarlas.

Atendemos a la forma pero no siempre a la sustancia.

Los derechos humanos, tal y como los conocemos, se remontan en línea interrumpida a prácticamente hace 800 años.

En enero de 1215 los barones ingleses, cansados de los abusos y exorbitantes demandas de Juan, rey de Inglaterra, y de su caprichoso sistema de justicia, se negaron a pagar más impuestos e insistieron que otorgara una carta en la que reconociera sus libertades y derechos en contra de su conducta arbitraria.

Ante su negativa y para avanzar en su causa se levantaron en armas. En mayo capturaron Londres y el 10 de junio se reunieron con el rey en Runnymede, saldaron sus diferencias y acordaron los términos de los artículos que presentaron los barones a los que el rey puso su Gran Sello el 15 de junio de 1215.

La Carta Magna, como conocemos a ese documento, establece entre otras normas el compromiso formal del rey de no vender, negar o retrasar justicia y de no detener, poner en prisión o privar de sus derechos, o posesiones, declarar fuera de la ley, exiliar, o privar de su condición de cualquier otra manera a nadie, ni proceder con fuerza en su contra ni enviar a otros a ejercerla, excepto por una sentencia legal de sus iguales o por la ley del país.

También aceptó no imponer impuestos exorbitantes, ni privar a los herederos de su fortuna.

La Carta Magna es de una importancia extraordinaria, porque, según explica Tom Bingham, se concedió a todos los hombres libres del reino; surgió no simplemente de un conflicto sino de la voluntad y conciencia de sus habitantes y sobre todo porque de manera clara y terminante expresa un claro rechazo al poder ilimitado de los reyes.

En prácticamente todas las constituciones del...

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