Desatada: Exxon Mobil, la más poderosa
| Autor | Anthony Bianco |
El importante visitante del Oriente aterrizó en su jet y rodó por la pista hasta un hangar a las orillas del aeropuerto. Ahí, fue recogido por una limosina y llevado a una ubicación apartada. Los guardias lo recibieron en la puerta del edificio tipo fortaleza y lo condujeron hacia un elevador.
Las puertas se abrieron y caminó por una serie de antesalas hasta una oficina donde El Hombre esperaba en un escritorio debajo de una pintura de un feroz tigre. El visitante esbozó su sonrisa más encantadora, sabiendo de antemano que no le beneficiaría en nada. El Hombre, como siempre, sería cortés, pero implacable.
El Hombre no es un jefe de estado, pero la diferencia es meramente académica. El es Lee R. Raymond, presidente del consejo y director general de Exxon Mobil Corp., la corporación más grande y posiblemente más poderosa del mundo en la actualidad.
"Es un buen momento para ser Exxon", admite Raymond, de 62 años de edad, quien hizo carrera como ejecutivo de Exxon hasta llegar al máximo puesto en 1993. "Pero es un gran momento para ser Exxon Mobil". La adquisición de Mobil por parte de Exxon en 1999 por 83 mil millones de dólares, que ahora parece una ganga, fue la adquisición petrolera más grande jamás realizada.
El peso de Exxon no es sólo por su tamaño y riqueza abrumadores, ni tampoco por su posición central en la más estratégica de las industrias, la petrolera. En una época en que tantos engaños de crecimiento por Internet han quedado expuestos como meras fantasías, Exxon Mobil es la ejemplificación de un capitalismo contundente y duro.
Exxon "es una máquina y pulveriza a su manera", expresa nuestro importante visitante. "Sólo tienen una manera de hacer las cosas: la más eficiente y con el menor riesgo. Quieren ver los estudios. Si los estudios son suyos, quieren hacerlos nuevamente. Tienen una percepción muy clara del blanco".
La puntería de Exxon nunca fue más exacta que en el 2000. Sus 17 mil 700 millones de dólares en ganancias netas fue la cantidad más alta jamás obtenida por una compañía, y sus ingresos por 232 mil 700 millones de dólares la encumbraron de nuevo en el primer lugar de la lista de las empresas más grandes de Estados Unidos.
No obstante, el 2001 marca el inicio de una desafiante y nueva era para el coloso petrolero con sede en Irving, Texas. Durante casi dos décadas ya, Exxon, por medio de reducciones y reorganizaciones, ha obtenido ganancias superiores en una industria financieramente indisciplinada. Incluso el trato...
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