Diego Valadés / Constitución envejecida

AutorDiego Valadés

Entre las muchas cosas que han ido cambiando en el país está el deterioro de la Constitución en la percepción de los gobernados y en el interés de los gobernantes.

En el mundo, a lo largo del tiempo, se han forjado tradiciones celebratorias de acontecimientos con los que se identifican naciones y grupos. El origen de esta costumbre tiene relación con ciclos agrícolas, ritos religiosos, torneos deportivos, episodios bélicos o políticos, hallazgos y otros sucesos trascendentes. Las conmemoraciones suelen generar representaciones simbólicas que estimulan la cohesión, de ahí que todo tipo de organizaciones (Estado, iglesias, clubes, asociaciones, etcétera) tienda a identificar momentos emblemáticos cuya recordación auspicie formas de convivencia especial entre los miembros del colectivo.

La primera fecha que figuró en el calendario cívico nacional fue el 16 de septiembre. Así lo planteó José María Morelos desde 1813 en "Los Sentimientos de la Nación", para que siempre se tuviera presente la ocasión en la que "se levantó la voz de la Independencia y nuestra santa Libertad comenzó". Ese día y el 1o. de mayo, adoptado en México por la Casa del Obrero Mundial en 1913, son los únicos en los que siguen coincidiendo el hecho celebrado y la data histórica. Los demás festejos, incluidos los referidos a la Constitución y la Revolución, se han adecuado a los imperativos económicos del trabajo y del fomento turístico.

El cambio cronológico no es lo único. También ha variado la actitud. Se transitó del entusiasmo inicial a la rutina discursiva y de ahí a la indiferencia. Por décadas la Constitución fue un tema cotidiano. Pero la norma suprema siguió un derrotero accidentado, convirtiéndose en un catálogo informe de decisiones coyunturales que la trivializaron, a tal punto que perdió relevancia hasta como recurso oratorio. El costo social y político de la devaluación constitucional es elevado, de la misma forma que las ventajas de su valoración artificial resultaban exiguas.

Otra causa de que la Constitución dejara de ser un referente común consistió en la apropiación retórica de la Constitución por parte de los agentes del poder, que tiempo atrás convirtieron las acciones de justicia social en escudo para justificar las restricciones a las libertades democráticas.

Las constituciones son un referente que permite a los gobernados anticipar las respuestas del poder en todas las circunstancias imaginables, con lo que el Estado de derecho adquiere una de sus más importantes características pues los gobernados saben qué pueden esperar de los gobernantes y éstos comprenden los límites de sus facultades y la dimensión de sus responsabilidades. Este entramado de conocimientos y previsibilidad genera certidumbre y confianza, que a su vez refuerzan la convivencia social y la cooperación política.

Durante las décadas que siguieron al Constituyente de Querétaro, la Constitución tuvo un papel central para alentar las reivindicaciones agrarias y laborales. Esa etapa se fue agotando y la Constitución pareció vaciarse de contenido. Se procuró compensar el abandono de la cuestión social girando hacia un enfoque político mediante fórmulas que atendieron las expectativas pluralistas del país. Se abrió entonces...

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