Drogas: regular o criminalizar

AutorJésica Zermeño

Pasado mañana los ciudadanos de California votarán la Propuesta 19, que legaliza la portación, producción y comercialización de la mariguana con fines recreativos. Los últimos sondeos no le auguran futuro: 51 por ciento de los californianos está en contra de la medida, contra un 39 por ciento a favor, según encuesta más reciente de Los Ángeles Times.

Además, el pasado 30 de septiembre el gobernador Arnold Scharzenegger desinfló la propuesta al firmar un decreto que convierte la posesión de una onza de mariguana (28.5 gramos) en un delito menor. La medida, que entrará en vigor el primer día de 2011, implicará sólo una multa de 100 dólares, la misma por conducir a exceso de velocidad.

Aun antes de votarse, la Propuesta 19 impactó en México: el debate sobre su pertinencia y viabilidad ha encontrado un campo fértil en un país donde se incrementan cada día las voces que cuestionan la eficacia de la estrategia contra el crimen organizado del presidente Felipe Calderón, quien el pasado 3 de agosto declaró que no se oponía a que se realizara un debate nacional al respecto.

El debate se dio de manera informal, en círculos académicos y periodísticos, y por medio de declaraciones aisladas de algunos actores políticos. Ni el gobierno ni el Congreso han auspiciado un debate formal para responder algunas de las preguntas que giran en torno a una eventual regulación: ¿la legalización de la mariguana, y de las drogas en general, representa una solución para el problema de la delincuencia organizada en México? ¿Es posible reducir la violencia si hay legalización? ¿Se debe seguir criminalizando la producción, tráfico y consumo de estupefacientes, o sería mejor regularlos?

Urge debatir

Enfoque consultó a un grupo de expertos, académicos e integrantes de la sociedad civil sobre estas interrogantes. Aunque hay diversas respuestas sobre los alcances y consecuencias de una medida de este tipo, los entrevistados concuerdan en que es necesario debatir y explorar a la brevedad la legalización de las drogas como una alternativa para contener el poder del crimen organizado, pues consideran que ha fracasado la estrategia punitiva del gobierno federal -basada en el combate policiaco-militar a las organizaciones delictivas, la captura de capos y los decomisos-.

Jorge Hernández Tinajero, presidente del Colectivo por una Política Integral Hacia las Drogas (Cupihd), grupo interdisciplinario conformado en 2008 que aboga por la legalización de cannabis, pide que en el debate se diferencie entre la despenalización de la mariguana y la reducción de la violencia en el país, pues son fenómenos con causas y soluciones distintas.

"Ahora los políticos están viendo que el debate de las drogas impacta en el debate de la seguridad pública y el crimen organizado y están participando en él, pero por populismo y sin entenderlo. Los que están en contra de la legalización dicen 'legalizar las drogas no va a solucionar el problema del crimen organizado'. Pero, ¿cómo fortaleces institucionalmente esto? ¿Cómo fortaleces el lavado de dinero? Es un error vincular las dos cosas de manera inequívoca.

"Pensar que la violencia existe por las drogas es un error. Eso es lo que me preocupa de esa visión, que se están preguntando si lo que pase en California va a acabar con la violencia en México. Lo que pase en California tiene una importancia distinta y un impacto distinto para la política de drogas aquí. No en términos de la violencia, sino de debate. Y ponerlo en esos términos es perverso. Porque además condena a que cualquier cambio en la política de drogas, cualquiera, el más mínimo, si no soluciona el problema del crimen organizado entonces no sirve. En el fondo es un argumento del conservadurismo más atroz", asegura el politólogo.

California y la violencia

En Estados Unidos, muchas voces han participado en el debate de la legalización de cannabis en California, tanto a favor de la propuesta como en contra. En los últimos meses se han dado a conocer varios análisis de escenarios posibles que tratan de predecir cómo repercutiría una legalización en la espiral de violencia que azota al vecino del sur.

Uno de los últimos estudios publicados al respecto, y quizá el que ha tenido más peso en la discusión, es el auspiciado por la Corporación RAND. En él, los especialistas Beau Kilmer, Jonathan Caulkin, Brittany Bond y Peter Reuter cuestionan una cifra básica para el debate sobre las consecuencias de la legalización en la violencia en México: que el 60 por ciento de las ganancias de los cárteles mexicanos proviene de la mariguana.

Según sus mediciones, esta cifra no es creíble, y es resultado de 25 años de reportes inconsistentes de agencias antidrogas estadounidenses e internacionales. Para que fuera realidad, cada consumidor de cannabis en Estados Unidos tendría que fumarse 4.5 churros diarios durante los 365 días del año, lo mismo el fumador ocasional que el crónico. Lo cual es imposible, según los investigadores.

Con esta primera conclusión, y tras analizar el mercado de drogas mexicanas en Estados Unidos -en donde la cannabis mexicana es considerada de mala calidad-, los autores estiman que las ganancias de los cárteles mexicanos por esta droga son sólo de entre 15 y 26 por ciento de las ganancias totales, por lo que la legalización en California representaría solamente pérdidas de entre 2 y 4 por ciento, pues en este estado la tercera parte del consumo se resuelve con plantas cultivadas en el estado.

"Con respecto a si la legalización de la mariguana podría ayudar a reducir la violencia en México, nuestra mejor respuesta es 'no en una medida apreciable salvo que las...

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