Eduardo Caccia / México subterráneo

AutorEduardo Caccia

Toñita, señora que generosamente ayuda en casa, tortea maíz que recibió de su tierra, el estado de Hidalgo. Sus tortillas son amarillo intenso y me las comparte como quien ostenta la denominación de origen. El taco de pescado empanizado con trozos de mango me sabe a gloria, producto del sincretismo culinario, también llamado "comida fusión".

Pocas culturas tan sincréticas como la mexicana, trama de credos y visiones disímbolas que hacen de la tolerancia artículo raro. La sinergia cultural implica ver al otro como recurso, la dogmatización es ver al otro como amenaza. Así me sonaron las palabras del cardenal italiano Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio para la Cultura del Vaticano, en su paso por Puebla, Monterrey y Ciudad de México, durante el Atrio de los Gentiles, acercamiento entre creyentes y no creyentes.

El italiano declaró como blasfemo y degenerado el culto a la Santa Muerte, que particularmente en México ha tenido un florecimiento singular (se estima que cuenta con 2 millones de fieles). También dijo que este tipo de manifestaciones son "anticultura". El cardenal Ravasi está en su derecho de atacar aquello que considera contrario a la fe que pregona; considero que desconoce los códigos culturales mexicanos.

Doña Queta, ícono del culto a la Santa Muerte, sobre las declaraciones del cardenal optó por un diplomático "nosotros respetamos todas las religiones". Me parece que hay más cordura en la señora de Tepito que en el representante del Vaticano. No defiendo a ninguno.

Lo que tal vez no ve el cardenal es que los rituales alrededor de la Santa Muerte buscan protección y la consecución de algún deseo (generalmente bueno), de la misma forma en que los creyentes católicos apelan a los santos permitidos por el Vaticano, aún cuando se les pida algo en contra de otra persona. El hombre es un ser que consume símbolos, y en su significado está el beneficio esperado. Sucede igual con las marcas, por ello no hay tal cosa como lealtad a la marca, sino al beneficio asociado a ésta. De la misma manera, cardenal, no hay lealtad a una práctica religiosa sino al significado que ésta tiene. Sé que suena muy terrenal, pero al fin, humano, demasiado humano.

La muerte y su veneración son algo profundamente enraizado en la cultura mexicana. La evangelización...

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