Encuesta / Avanza lento tecnología
| Autor | Sergio González Rodríguez |
En la última década del siglo 20 hacia el 21, explotó en México la confrontación de las viejas y las nuevas tecnologías entre el público consumidor.
Desde el punto cero hasta la aceleración de los últimos cinco años, los consumidores descubrieron de inmediato las ventajas de la telefonía móvil y el uso paulatino de internet o de nuevos soportes electromecánicos de reproducibilidad como el CD, el formato DVD, o las rockolas personales mediante aparatos MP3 o iPod. Asimismo, la descarga de archivos computarizados para "bajar" canciones, películas o imágenes de la red.
Si bien nos acomete el caos audiovisual, hay indicios que estimulan la expectativa acerca de que las nuevas tecnologías traducen una oportunidad abierta, democrática y participativa para los consumidores, sí, pero de pequeños grupos, por cierto estacionados todavía en un escritorio: se vislumbra pues lejano el ideal de un nomadismo sin cable.
Eso sí, en algo se ha avanzado. A diferencia de un lustro atrás, cuando sólo usaba al día la computadora el 21 por ciento de los ciudadanos, ahora se ha incrementado al 36 por ciento, además de que esta tendencia alcista ha favorecido a las mujeres y, en el caso de internet, a las personas mayores de 50 años, grupos que antes se veían marginados de estas tecnologías, aunque los internautas representan todavía una cifra minúscula.
Sin duda, influyen la adquisición de productos pirata, ya sean programas o música, así como el abaratamiento de las ofertas para comprar una computadora y acceder a internet. Con todo, las expectativas de crecimiento parecen estar a la zaga de lo que expertos proyectaron para el 2005: 7.5 millones de usuarios en el país. Las nuevas tecnologías expresan usos minoritarios, cuyo desarrollo y aceleración contemplan límites inquietantes.
Por contraste, las viejas tecnologías trazan una radiografía diferente no sólo por su gran impacto, alcance y penetración en la mayoría de la población, sino porque remiten a usos, espacios y apropiaciones tan divergentes como inequitativas.
Mientras la televisión y la radio son favorecidas, en forma respectiva, por las mujeres, las amas de casa y los individuos con educación básica, así como por los jóvenes y los profesionistas, el cine, los libros y las revistas son ocupaciones de hombres, jóvenes, estudiantes, profesionistas y de personas con alta escolaridad. Para los cinéfilos, Amores perros es la cinta emblemática del "nuevo cine mexicano". Así, las mujeres son románticas y los...
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