'Enganchan' trabajo por la necesidad
Autor | Arturo Rivero |
"Sinceramente usted viene aquí por necesidad de trabajar y ganar dinero, ¿sí o no?, qué tanta necesidad tiene, que si hubiese sido por 'hobby' se va y no aguanta este calorón", dice Alexis, reclutador de Comercializadora México o Consorcio Nacional de Servicios Ejecutivos.
Lo escuchan más de 200 personas, quienes se encuentran apretujadas en un salón de no más de 36 metros cuadrados, sin ventilación.
Hombres y mujeres, adultos mayores, jóvenes, adolescentes y hasta niños están ahí, atraídos por los anuncios en medios donde se ofrecen de mil a 2 mil pesos a la semana por empacar productos de diferentes marcas desde el hogar.
Pero la oferta parece irreal porque antes tienen que permanecer en el curso introductorio.
"Si ustedes me dicen: oye Alexis, aquí hace mucho calor, yo les digo, pero allá afuera hace mucho más; ¿voy bien o no?, honestamente tienen que aguantar el calor.
"Se siente más calor cuando vienen a cobrarme la renta, ¿si o no?, o cuando llega la novia y les dice 'mi amor, vamos al cine' y ustedes le dicen: 'mejor a la Alameda, porque no hay money'", bromea.
Las madres con bebés en brazos comienzan a desesperarse.
Alexis les asegura a los candidatos que la remuneración es literalmente suya, pero la van a recibir después de trabajar porque, afirma, en estos tiempos nadie regala nada.
"No me dejarán mentir, pero ya hay gente que ya sabe en lo que se va a gastar el dinero, es más si su mamá les dice: 'hijo, hija, se me rompieron mis zapatos', ustedes ya pueden decirle: 'no te preocupes mamá, lo primero que yo gane te voy a comprar hasta tres pares'", los asistentes asientan con emoción que sí, que así será.
Mientras el reclutador pregunta, "¿entonces cuento con ustedes?, y la gente grita "sí".
Llegan más personas, pero no caben ya. Alexis pide a los presentes recorrerse lo que más puedan. "Júntense más, más". Se alzan las voces: "Ya no cabemos, no inventes, estamos apretujados".
El calor es insoportable, pero el reclutador advierte que él es la persona que va a calificar a todos los ahí reunidos, desde cómo hablan, cómo participan, si le echan ganas, y quien no tenga una actitud positiva, se va para afuera.
En las oficinas, hay otro salón repleto de gente, más de 80 personas en sala de espera y en la puerta de entrada del despacho 409 de Arcos...
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