Entierran con arte el pasado nazi

AutorYaotzin Botello

REFORMA/Especial

BERLÍN.- Hay coleccionistas que se engrandecen con la adquisición de obras de artistas famosos, pero al alemán Friedrich Christian Flick le pasó todo lo contrario: sus cerca de 2 mil 500 piezas conservan la sombra del terror nazi.

Flick inauguró la semana pasada la exposición de sus obras en el Museo Hamburger Bahnhof de Berlín en medio de críticas de diversos medios de comunicación, las cuales señalaban que su fortuna, ergo su colección, proviene del dinero ganado en empresas que funcionaron con esclavos de campos de concentración.

El primer día de apertura al público, una asistente de 35 años dañó dos esculturas de Gordon Matta-Clark, Graffiti Truck y Office Baroque. Después le gritó a Flick que lo perdonaba.

Afuera del museo había más gente protestando, muchos pertenecientes a asociaciones de víctimas del nazismo, que instalaron anuncios que rezaban "Entrada libre para trabajadores esclavos" y "Evasores de impuestos traigan sus fortunas", porque Flick vive en Suiza.

El coleccionista está marcado por la historia de su abuelo, Friedrich Flick, quien durante el Tercer Reich empleó en su industria de armamento mano de obra esclava. Aunque fue condenado como criminal de guerra en 1945 a siete años de prisión, sólo cumplió tres y salió para seguir amasando fortuna. Llegó a ser el quinto hombre más rico del mundo al año de su muerte, en 1972.

El nieto Flick comenzó a invertir su herencia en la compra de arte en la década de los 70 y hasta hace algunos años iba a montar sus adquisiciones en un museo que había mandado a construir en Zurich, Suiza, un proyecto que a final de cuentas se detuvo debido a las protestas de gente que lo criticó por no haber contribuido a un fondo de indemnización de los trabajadores esclavos del nazismo.

Esa era su...

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