Entrevista / Armando Fuentes Aguirre / 'No nos merecemos un gobierno tan malo'

AutorMiguel De la Vega

Foto: Aggi Garduño

De política y cosas mejores como la amistad, la felicidad, la envidia y, claro, el sexo. De eso se puede platicar horas con Armando Fuentes Aguirre, el célebre columnista conocido como Catón.

En el Patio de los Cipreses del Claustro de Sor Juana, el escritor, periodista e historiador cuenta por qué no reniega de Humberto Moreira, por qué le gustaría ser Sancho Panza y por qué le habría gustado conocer a Francisco I. Madero.

Entre Carlos Marx y Groucho Marx, ¿con quién se queda?

Con Groucho. Es el Marx bueno, es el que puso alegría en el mundo. El otro puso guerra, división, pedantería intelectual y ese espantosísimo bodrio que es El Capital. No pasé de la página 10. El verdadero capital es la risa.

Groucho decía que la felicidad está hecha de pequeñas cosas: una pequeña mansión, un pequeño yate...

¡Una pequeña amante! Jajaja.

¿Qué es la felicidad?

Son momentos. Es el camino más que la posada. No es un estado permanente, no podría serlo porque aburriría. Y no debe haber nada peor que aburrirse de la felicidad.

Usted ha contado que de niño no tenía dinero, pero que se consideraba rico porque tenía muchos libros.

¿Hoy cuál es su fortuna?

Seguir viviendo la vida, disfrutarla inmensamente. Tengo 76 años, no sé si bien vividos, pero sí bien gozados.

Un pobre periodista es...

La pobreza del periodista no consiste en la falta de dinero, sino en la falta de integridad, en la falta de lectores y en la falta de una visión que le permita ser generoso con su prójimo. No tiene que ver con dinero o poder. El periodista poderoso se vuelve vanidoso, soberbio.

Usted es un periodista poderoso...

No lo creo, me gustaría serlo sobre todo en la noche. Pero no hablemos de cuestiones maritales. Jajaja.

¿Cuál es su relación con el poder?

Procuro mantenerme alejado de él.

¿Y de qué depende eso?

Muchas veces, del respeto humano. El político es un prójimo y no podemos rechazarlo o despreciarlo por el hecho de ser político. Eso sería soberbia.

¿No se arrepiente de haber apoyado a Humberto Moreira?

¡Desde luego que no! Nunca me he arrepentido: es y ha sido mi amigo. Y antes preferiría cortarme la mano que hablar mal de un amigo.

¿De dónde viene esa relación?

Su padre fue mi amigo. Humberto, a quien conozco desde jovencito, ha estado cerca de mi afecto. Pero, sobre todo, siento que hizo bien a Coahuila, independientemente de sus errores.

¿El "Moreirazo" no fue un error?

Fue un error por haber confiado en colaboradores que le fallaron. Curiosamente, los...

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