Entrevista / Camila Vallejo / 'Debe movimiento disputar el poder'

AutorRoberto Zamarripa

Camila Vallejo Dowling (Santiago de Chile, 1988) habla con los ojos verdes que cautivan. Es prácticamente inexpresiva en el diálogo, sin muecas, sin mover brazos, sin enfatizar dichos con manos al aire o voz alzada.

Figura emblemática del movimiento estudiantil chileno que en 2011 inundó las calles y plazas en reclamo de la educación gratuita, militante de la Juventud Comunista, egresada de Geografía en la Universidad de Chile, responde todo, rápido, sin reparar ni medir palabras.

A un año de su irrupción como figura política concluye: los movimientos sociales, el movimiento estudiantil, para triunfar tiene que disputar el poder.

"El movimiento debe tener vocación de poder; no puede ser que solamente una élite económica y política tenga el derecho a representarse en la esfera institucional. Los movimientos sociales, los estudiantiles, tienen que disputar ese espacio para llevar adelante su alternativa, su propuesta de cambio", dice sentada en un sillón de la oficina del director de la División de Ciencias Sociales de la UAM-Xochimilco, Jorge Alsina Valdés.

De visita en México para participar en un foro universitario y en actos de masas del movimiento #YoSoy132, Camila Vallejo ha entrado al maremágnum de la política en un país conservador, machista y de política tradicional como Chile.

Un año después de irrumpir como lideresa es querida y odiada. Ha recibido amenazas de muerte pero lo que más le ha enfadado es cuando políticos de derecha le espetaron públicamente que "si se mata la perra, se acaba la leva".

Figura menuda, con un arillo en la parte derecha de su nariz, un anillo en un dedo de su mano izquierda, sin maquillaje, cabellera revuelta, Camila (llamada así por su padres en homenaje al revolucionario cubano Camilo Cienfuegos) advierte que no viene a México a dar consejos sino a "enriquecerse de la experiencia" juvenil mexicana.

Solo se sonroja cuando se le pregunta cuántos novios ha tenido. Dice tres, primero; suelta una risa y sube de color. Hace cuentas con sus dedos. "No, cuatro, cuatro".

- Habla de que los estudiantes movilizados quieren dignificar la política ante la crisis de los partidos. Pero usted es una militante de partido, del Partido Comunista. ¿No es una contradicción ?

La realidad esta llena de contradicciones. El cuestionamiento a la institucionalidad política es a la institucionalidad neoliberal no es un cuestionamiento a las instituciones per se sino a aquellas que han servido como herramienta de dominación. El movimiento, a pesar de cuestionar a ciertos partidos que han implementado el modelo neoliberal o de otros que lo han profundizado, no reniega de la militancia...

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