Entrevista / Eduardo Sojo: 'Dejamos un país mejor'
| Autor | Mario Gutiérrez Vega |
"Tenemos un país mejor que en el 2000", insiste Eduardo Sojo, coordinador de Políticas Públicas de la Presidencia de la República. En menos de 20 minutos ha repetido la frase cinco veces. Busca convencer.
Para sustentar su dicho trae consigo un rosario de cifras y números que comparan a los gobiernos priistas con el de Vicente Fox. Inflación, tasas de interés, inversiones...
Es su papel, su verdad. La de uno de los hombres más cercanos al presidente Fox. Desde hace cinco años su función ha sido coordinar las acciones del gobierno en su conjunto, las del gabinete e impulsar desde la Presidencia las reformas estructurales del sexenio.
El optimismo de Sojo (León, 1956) choca de frente con la visión de analistas, organismos internacionales y empresarios. Fuera de Los Pinos el país parece estar envuelto en otra realidad.
La advertencia del Foro Económico Mundial hacia México, realizada el pasado mes de septiembre, es clara: la corrupción, la falta de vínculos del sector público con la iniciativa privada y los altos niveles de inseguridad siguen inquietando a los empresarios del país.
México ha perdido y las facturas se están cobrando. La competitividad del país respecto a otras naciones pasó del lugar 48, en el 2004, al 55 según el reporte 2005 del Foro Económico Mundial, que considera un análisis en 117 naciones. Especialistas señalan que además de no acabar con las inercias heredadas del sistema priista, el gobierno de Fox ha carecido de las reformas suficientes para adaptar la economía mexicana a los nuevos tiempos.
Pero más allá de la macroeconomía están las personas. Estadísticas del Seguro Social detallan que entre octubre del 2000 y abril del 2005, en el sector manufacturero se perdieron 824 mil puestos de trabajo. La generación de empleos en la economía informal ha permitido mantener buenas cuentas en materia laboral. En el 2004 la economía informal generaba 12.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y absorbía el 26.9 por ciento de la población ocupada. Aún cuando es una fuente de ingresos para las familias, su presencia no genera crecimiento para el país.
Sojo revira las críticas: "Hay temas en donde estamos más allá de lo que hubiera pronosticado el más optimista de los optimistas".
Fox no falló. Y de fracasos ni hablar, porque no los hubo, advierte. Los que fallaron fueron los legisladores, aquellos que se opusieron a que el Presidente no contara con las reformas fiscales, hacendaria, laboral, electoral... ese cúmulo de proyectos que al convertirse en ley prometían al país un desarrollo inigualable.
En el ocaso del sexenio poco podrá hacerse por impulsar una nueva realidad económica. Los tiempos electorales paralizan inversiones y capitales; también detienen las decisiones políticas. Las reformas estructurales entrarán al archivo, esperando una oportunidad en la siguiente administración.
-¿Cómo innovó su oficina en materia de coordinación?
En México la consistencia y la coordinación que se da en la administración pública dependen en mucho del estilo de trabajo del Presidente. El estilo de este Presidente tiene un enfoque absoluto a resultados, así las secretarías y dependencias tienen muy claro lo que se busca. Además, se crearon grupos de trabajo para atender los problemas específicos como vivienda, infraestructura, contrabando...
-Sin embargo vemos desorganización, falta de coordinación en el gabinete.
-Es un gobierno muy abierto. No pensamos igual. Buscamos un acuerdo antes de llegar con el Presidente, pero hay veces que llegamos sin acuerdo para que el Presidente tome la decisión. Esas diferencias oxigenan al gobierno, pero cuando traspasan los límites internos es cuando se dan esas impresiones. Lo que se ha hecho público no es nada comparado con las discusiones internas.
-¿Falló la coordinación?
-No es un gobierno perfecto, pero los temas en que han surgido contradicciones son pocos considerando el tamaño y la cantidad de decisiones que se toman en este gobierno.
-Pero acepta que hay falta de coordinación.
-Si tomas temas como lo de la píldora o la eutanasia, lo ideal sería haberlo discutirlo previamente...
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