Escalera al cielo / Eternamente invertebrada
| Autor | Christopher Domínguez Michael |
Agobiado por la brutal crisis económica de su país, el novelista se mete a la hemeroteca de El País a investigar el pasado inmediato, el más ingrato de los ayeres, según la conocida expresión de Alfonso Reyes, para saber cómo en cuestión de semanas y meses una monarquía arrogante, infestada del síndrome del nuevo rico en todos los campos, se halló casi quebrada y menesterosa.
Lo encontrado por el novelista fue la hinchazón monstruosa (pues la legitimaba la democracia) del viejo patrimonialismo español, cuya rapacidad ecocida infló la burbuja inquilinaria que se desvaneció gracias a la borrachera consumista de los ciudadanos y la incompetencia de los políticos, encabezados por un Rodríguez Zapatero, retratado por Muñoz Molina con una crueldad inusual en un estilista de maneras suaves, revendiéndoles a los intelectuales, en La Moncloa, la marca España, convertido en el más pringado de los agiotistas.
A la irresponsabilidad económica se sumó, agrega Muñoz Molina, una omisión: la memoria sirve esencialmente para olvidar, como lo decía William James, citado oportunamente por el escritor andaluz. Mucho de lo que indigna y con razón a Muñoz Molina, visto desde la otra orilla, no tiene remedio: la longeva dictadura de Franco nunca fue llevada a los tribunales y los intentos extemporáneos de hacerlo habrán consolado a algunos de los descendientes de los derrotados, pero acaso, por extralógicos, resultaron contraproducentes en materia de concordia civil.
En el 2006, así, las élites españolas estaban obsesionadas en continuar la guerra del 36 por otros medios e imperaba el encono por los atentados del 11 de marzo de 2004, que una derecha genéticamente sediciosa se negaba a admitir como obra del terrorismo islámico, dedicada a publicitar sin pudor decenas de teorías de la conspiración, cada una más estúpida que la anterior. Que aquella España al borde de la quiebra estuviese tan enconada no me sorprende tanto como a Muñoz Molina. Basta recordar la desproporción de lo ocurrido el 11 de septiembre de 2001 con la previa publicidad dada a las correrías de Clinton con la becaria. Una de las características más peligrosas de las democracias contemporáneas es que siembran por sistema la deslealtad de los ciudadanos hacia el régimen al que le deben la libertad: en cada campaña electoral, en México y en Estados Unidos, como en España o en la India, votantes y políticos nos convertimos en pirómanos en pantuflas y parece casi imposible evitarlo, como si existiera...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba