Esther Kravzov Appel/ El racismo como ideología

AutorEsther Kravzov Appel

El mestizaje fue un proceso fundamental en la construcción de México y su fondo tiene tintes racistas que implican el avasallamiento de otras expresiones culturales. A partir de esta semana, se efectuará el coloquio internacional "Mestizaje y Racismo: una Perspectiva Interdisciplinaria", en distintas sedes. A manera de presentación, este texto.

La raíz del término "racismo" se encuentra en la biología y la veterinaria, en el concepto de raza -conjunto amplio de individuos con caracteres morfológicos semejantes- y de mestizo, que se emplea como sinónimo de degeneración de dos razas que se entrecruzan perdiendo su pureza. El racismo designa una corriente ideológica que gira en torno a tres postulados básicos:

1) La creencia de que los seres humanos se dividen fundamentalmente en razas, atribuyéndole a este factor una importancia decisiva;

2) La asignación de características hereditarias inmutables a cada raza, consistentes no sólo en rasgos físicos, sino en actitudes y aptitudes psicológicas;

3) La jerarquización de las distintas razas, aplicando el concepto mestizaje como degeneración de las razas consideradas superiores. Mientras que el el concepto de mestizaje utilizado en zoología, se define como el cruce entre razas que genera su adulteramiento o degeneración al perder su pureza y características originales.

El racismo ha tenido generalmente un uso político fundamental: inducir la creencia de la superioridad de una raza sobre otra, justificando así modelos de colonialismo, discriminación y hasta persecución de razas consideradas inferiores.

En la colonia

Una de las manifestaciones más acabadas del racismo ha sido el colonialismo europeo. Inglaterra realizaba en sus 13 colonias una política indiscutiblemente racista, de carácter aniquilador, en la que el mestizaje prácticamente no existió. Mientras que en la India, quizá debido a lo numeroso de su población, la política no fue de aniquilamiento, pero tampoco propició el mestizaje.

Por el contrario, los países colonialistas de origen latino, principalmente España y Portugal, a pesar de mostrar un componente racista, impulsaron una política de mestizaje que dio como resultado una enorme y complicada gama de combinaciones raciales entre blancos, indígenas y negros. El racismo en este caso fue menos violento, cargado de un fuerte aspecto paternalista debido, entre otras cosas, a la doctrina religiosa católica que concebía a los pueblos dominados como inferiores y necesitados de la protección...

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