Expresa Morábito indefensión del ser

AutorJulieta Riveroll

La noche, entendida no sólo como lo nocturno sino como un estado de indefensión frente a un mundo cada vez más incomprensible, identifica al nuevo poemario de Fabio Morábito (Alejandría, 1955), Delante de un prado una vaca.

Uno de los temas que aparecen de manera recurrente en el libro publicado por Era es, por tanto, la vigilia -"¿Por qué esa ventana / está siempre encendida?/ ¿Qué enfermedad, / insomnio o miedo/ impiden a sus dueños apagarla?"- tanto como el temblor de tierra.

"El temblor comparte con la noche el hecho de que estamos soberbiamente indefensos, aislados y separados. No hay forma de defenderse de eso. Nos devuelve a nuestra unicidad, a nuestra soledad, igual que la noche, igual que el insomnio", aclara el también autor de Lotes baldíos (1985) y Alguien de lava (2002), su anterior libro de poesía.

Otro asunto abordado por Morábito en estos poemas es la paternidad y ahí abre espacio para preguntarse si uno realmente es padre de su hijo.

"Es una paternidad que duda mucho de sí misma, que no es nada celebratoria. Es una paternidad vivida con cierto azoro", confiesa el escritor.

"Siempre me he sentido incapaz de proporcionar esa imagen arquetípica del padre que todo lo sabe y todo lo resuelve. Le he mostrado a mi hijo quizá más incertezas e inseguridades, y no me arrepiento de eso".

La inclusión de los versos sobre un niño que se sube a las espaldas de Morábito haría pensar que su hijo es pequeño, pero en realidad tiene ya 26 años.

"En la poesía uno puede escribir poemas a deshoras, poemas que pertenecen vitalmente a otra época y uno encuentra hasta mucho después la forma de escribirlos. Es una prueba de cómo siempre se está enmascarando uno. Para escribir ese poema debí imaginarme a mí mismo más joven e imaginar a mi hijo más joven. Todo esto es artificioso. La poesía no es la bitácora fiel de lo que le pasa a uno", explica.

En Delante de un prado una vaca, el poeta reflexiona, como en otros de sus libros, sobre el proceso de la escritura: "el primer verso de un poema/ no es su primera piedra, / no puede señalarse con el dedo, / todo el poema línea a línea/ construye un solo verso, / es más, todo poema acaba en el siguiente/ que se escribe y pone fin a otro/ escrito o aún por escribirse".

La escritura es también, como Morábito lo ejemplifica en el...

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