Federico Reyes Heroles / 'Follow the money'

AutorFederico Reyes Heroles

Por respeto al lector rara vez aludo en este espacio a otras actividades de quien esto escribe. En esta ocasión no encuentro alternativa. Recuerdo la cara de signo de interrogación de Fox, en ese momento Presidente electo. ¿Y qué es eso de acceso a la información?, me preguntó. Se había reunido con el rector de Transparencia Mexicana (TM), institución recién nacida, le habíamos hecho entrega de un documento elaborado en colaboración con la Universidad de Berkeley sobre las 10 medidas más eficaces para combatir la corrupción. Uno de los primeros apartados era ese, acceso a la información pública. El principio es muy sencillo le dije, en Estados Unidos popularmente le llaman Follow the money, allí donde hay dinero público los ciudadanos tenemos derecho a meter nuestras narices.

Nunca imaginé que alrededor de dos años después en México habría una ley federal con su correspondiente instituto y el mandato para la creación de los locales. Muchas ONG y académicos hicieron un gran trabajo. Fox fue sensible al tema y sin duda el país avanzó. Hay un antes y un después, con ley o sin ella. Ese primer paso se dio en su gestión. Quizá sea su principal legado institucional. Pero fue sólo eso, un primer paso, el IFAI ha hecho un muy buen trabajo -el Ejecutivo federal está bajo escrutinio- pero todavía hay en el país enormes lagunas de opacidad y muchas resistencias que vencer. El Follow the money debe de ir de punta a punta, desde los ingresos hasta los gastos. Eso no lo hemos logrado. Pongo algunos ejemplos.

  1. Pareciera que los señores legisladores de todos los partidos han encontrado en los llamados "excedentes petroleros" un cómodo territorio de opacidad compartida. Sistemáticamente se establece para el barril de petróleo exportado un precio de referencia muy por debajo de la cotización real de mercado. En la última década los "excedentes petroleros" -la diferencia entre lo presupuestado y el precio real de mercado- alcanzó casi los dos trillones de pesos. Los excedentes se dirigen a tres fondos, uno federal, uno para Pemex y otro para los estados. En teoría Hacienda rinde cuentas del gasto federal en sus informes trimestrales. Pero, ¿en qué se invirtieron o gastaron los otros recursos? La opinión pública no sabe nada, podría haber una suerte de Contraloría especial con presencia ciudadana. Las asignaciones discrecionales explican inconsistencias y caprichos de gobiernos estatales y municipales. Los legisladores cuentan con una enorme bolsa...

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