La fiebre de los e-sports
| Autor | Jennifer Mc Namara |
Los dos equipos salen a la cancha, cinco contra cinco, para disputar una final. No corren detrás de una pelota, ni hacen proezas atléticas para atrapar un balón o derribar a un adversario, pero están rodeados por miles de aficionados que los ovacionan. Tampoco juegan sobre pasto o sobre duela; de hecho, cada jugador está sentado frente a una computadora en el escenario de la Arena Ciudad de México. Son profesionales de un videojuego en línea llamado League of Legends (LoL) y, como tales, pueden ganar hasta 3 mil dólares mensuales.
LoL es un videojuego de estrategia y acción en el que dos equipos se enfrentan en un campo de batalla virtual con personajes míticos que tienen distintos poderes.
Los fans casi llenan la Arena, con capacidad para 20 mil personas. Visten camisetas del evento, gritan, saltan y mueven globos de luces azules y rojos cuando presentan a sus jugadores favoritos.
Los que ahora se preparan para disputar la final, sentados frente a computadoras a las que permanecen conectados por auriculares, tienen entre 18 y 23 años de edad; sus rostros son reproducidos en las grandes pantallas del recinto, como si fuera la toma cinematográfica de pilotos en naves espaciales.
Durante meses, cada equipo -conformados por personas de distintos países- vivió bajo un mismo techo y entrenó con ayuda de coaches.
Algunos jugadores suspendieron sus estudios universitarios para prepararse.
"Es como un trabajo de tiempo completo en el que no hay tiempo para estudiar", admite Alejandro Pérez, un español de 24 años que se hace llamar GodDragon y que jugó en Zaga Talent Gaming, el equipo cenicienta que se coló a la semifinal. "Es muy difícil compaginar el estudio con el juego profesional".
LoL es una de las plataformas lúdicas gratuitas con más usuarios en internet: 27 millones de personas inician una partida diariamente, según cifras de Riot Games, empresa dueña del juego.
La cantidad de usuarios y el modo de juego han permitido que se formen equipos profesionales que buscan ganar copas regionales y acercarse al campeonato mundial. Cualquier adolescente que juegue suficiente tiempo y suba en los rankings internacionales puede ser contratado por un club.
Como en el futbol, los jugadores firman contratos de miles de dólares y cambian de equipo cuando las ofertas pintan mejor. En algunos países, ya son celebridades: la gente los para en la calle para tomarse fotos. Para ellos esto no es sólo un juego, es un deporte, es e-sporting.
"En España, tú vas por...
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