Frutas y verduras: Viajan desde el campo a la mesa del comensal

AutorYolanda Ceballos

La proliferación de enfermedades gastrointestinales por la ingesta de productos frescos que no tuvieron un buen manejo y cuidado durante los procesos de producción, empaque, manipulación, transporte y venta en el comercio al detalle representa un riesgo para el sector agroalimentario mexicano y mundial.

Rosa Ramírez, experta en sistemas de calidad y seguridad de alimentos de Campus Digital destaca en un artículo que las fallas en los procesos de conservación y manejo son las causas más frecuentes de contaminación y deterioro de los alimentos, y constituyen los mayores riesgos para la salud de los consumidores.

"Los enlatados de alimentos no-ácidos que no han recibido el tratamiento térmico adecuado pueden dar lugar al botulismo, una de las Enfermedades de Origen Alimenticio (EOA) más graves, casi siempre con consecuencias fatales.

"Asimismo los productos congelados o refrigerados que no se mantienen a las temperaturas adecuadas son también un gran riesgo ya que estos procesos no esterilizan los alimentos y solamente mientras se almacenan a las temperaturas indicadas evitan el crecimiento de los microbios", refiere en su escrito.

En el Mundo

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se presentan mil 500 millones de casos de diarrea, de los cuales tres millones provocan la muerte de niños menores de cinco años.

Los centros de control y prevención de enfermedades de Estados Unidos estiman que las enfermedades por ingesta de microorganismos en agua y alimentos afectan al 30 por ciento de la población de los países industrializados anualmente.

En el caso de los países en vías de desarrollo como México, la aparición de brotes importantes de enfermedades de transmisión alimentaria no sólo representa un problema de salud pública, sino que también daña su productividad económica y es un obstáculo para el desarrollo de sistemas sostenibles de producción de alimentos.

Ante estas circunstancias, todos los países se han comprometido con la OMS a desarrollar programas de calidad e inocuidad de los alimentos mediante la aplicación del Análisis de Riesgos y Control de Puntos Críticos (HACCP, por sus siglas en inglés), las buenas prácticas agrícolas, pecuarias y de manufactura, entre otros procedimientos.

En este sentido desde el año 2000, el Gobierno de México comenzó a desarrollar un programa nacional que busca asegurar que los alimentos de origen vegetal, animal, acuícola y pesquero sean de calidad y no causen...

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