Germán Martínez Cázares / 'Ejemplar humano indeseable'

AutorGermán Martínez Cázares

A las "mamás-phine".

En los Evangelios Jesús de Nazaret hace caminar a un "paralítico" o cura a un leproso. El Corán reserva un sitio en los jardines de La Victoria a los "cojos". En el Levítico, Yahvé ordena a los judíos a "no gritar maldiciones al sordo, ni poner obstáculos al ciego". Tanto la bondad de una religión como la calidad de una democracia, la deberían medir el compromiso directo y cierto con los más débiles.

¿Qué tan buena y eficaz es nuestra democracia? La respuesta estará en relación directa con lo incluidas y aceptadas que están en nuestra sociedad las personas con discapacidad. Por ejemplo, ¿alguien lleva la cuenta de las personas que han sufrido alguna lesión y les sobrevino una discapacidad por la violencia en el país?, ¿cuántos policías o soldados estarán lesionados por combatir a los delincuentes?, ¿los honramos?, ¿pensamos en ellos?

Después del esfuerzo pionero de Gilberto Rincón Gallardo y la histórica firma mexicana en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, la tarea sigue siendo enorme. Los dramas de dolor e inhumanos saltan a la vista.

La rampa de un edificio que sustituye a los escalones es un buen ejemplo del "ajuste razonable" obligado al que debe someterse nuestro sistema jurídico. La ruta debe ser permitir, sin privilegios ni impunidades, "el acceso" de todas las personas con discapacidad -no están enfermas-, al goce de sus derechos.

Cuando Rick Allen sufrió el accidente automovilístico donde perdió el brazo izquierdo, se modificó su batería para que pudiera seguir tocando en el grupo de rock británico Def Leppard. ¿Por qué no adaptar nuestra leyes para asegurar la participación de las personas que tienen un agotamiento físico?

Todavía no se reconoce jurídicamente a las personas con discapacidad como sujetos plenos del goce de todos sus derechos. No se les considera aptos para una vida normal, para ir a la escuela, obtener empleo, abrir una cuenta bancaria, votar y ser votados, divertirse, ¿gozar del sexo? (recién se preguntó el diario El País). En unas palabras: no se aprecia su vida autónoma, y el diseño del sistema legal no se adapta, como rampa de accesibilidad, a la condición y alcance de libertad que cada...

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