Germán Martínez Cázares / ¿Al César lo que es de Dios?

AutorGermán Martínez Cázares

Con singular alegría prendieron la mecha. Otra confrontación. Un motivo más para la discordia. Como si el país no tuviera problemas por discutir y resolver. Ahora, el cardenal Norberto Rivera pidió, desde el púlpito, a los fieles católicos obedecer las leyes siempre y cuando no atenten contra la vida. Llamó a "negar la obediencia a las leyes". El secretario de Gobernación, Carlos Abascal, lo secundó. Dejó abierta la posibilidad de la "objeción de conciencia" frente al cumplimiento de una ley indeseable. Ambos cayeron en la trampa que desde el gobierno perredista les prepararon los magos de la polarización que despachan, también en el Zócalo capitalino, justo frente a la Catedral Metropolitana.

Un poderoso purpurado -de esos personajes que mantuvieron la atención mundial en Roma al elegir a Joseph Ratzinger como Pontífice de los católicos- le contestó a un gris legislador local perredista, lector de una iniciativa que le escribieron sobre la eutanasia.

La primera lección que debe aprenderse de este entuerto es que muchos líderes sociales van y juegan directamente, en la cancha y con los conceptos que quiere Andrés Manuel López Obrador o sus enviados. Don Norberto Rivera ya está al lado de Andrés Manuel en el discurso de desprecio a la ley. Si el cardenal Rivera quiere jugar en ese lado, tiene derecho y mi respeto. Pero, ¿qué hace jugando en esa pista el secretario de Gobernación, Carlos Abascal? ¿Qué gana el gobierno de la República con seguir un debate que, en los hechos, legitima el incumplimiento de la ley?

La defensa de la vida no es el tema. Allí todos estamos claros (a la izquierda y al secretario de Salud, Julio Frenk, no les importa). El PAN tiene que emplearse a fondo. El entuerto es el desprecio por la ley. No se está dando a Dios lo que es de Dios, y más bien, el César recibe lo que es de Dios.

Aclaremos varios puntos del entuerto:

  1. No es lo mismo desobediencia civil de una ley, que objeción de conciencia. En la desobediencia civil, hay un acto ilegal público, no violento, de carácter político, realizado habitualmente con el objeto de provocar el cambio de una legislación o política gubernamental. Al apelar a la desobediencia civil -dice el gran filósofo del derecho John Rawls- se busca el sentido de justicia de la mayoría y se declara que la autoridad no se está respetando los principios de cooperación sociales entre hombres libres e iguales. En cambio, la objeción de conciencia es el incumplimiento de un precepto legal, por una...

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