Guadalupe Loaeza / Mujeres Brújula

AutorGuadalupe Loaeza

Mañana, Día Internacional de la Mujer, deseo rendirles homenaje a dos Mujeres Brújula. Con ellas, siento que hallo mi camino sin dificultad, por más que éste sea sinuoso y muy atropellado. Gracias a ellas no me pierdo, basta con seguir sus pasos para descubrir nuevos atajos, sin los cuales tardaría demasiado tiempo en llegar a sus metas, que son las mías. Pero su misión más importante es que ambas se han convertido en la guía perfecta para el encuentro con millones de mujeres que nos necesitan, mujeres víctimas, mujeres explotadas y mujeres manipuladas para el comercio sexual, negocio que representa ganancias superiores a los 32 mil millones de dólares, de allí que en nuestro país ocupe el quinto lugar a nivel mundial. Nos referimos a la trata de personas. Para que nos quede claro este delito y no se nos olvide su verdadero significado, permítanme recurrir a la Enciclopedia Libre, la Wikipedia, e invitarlos a leer despacito en qué consiste este: "comercio ilegal de personas con propósitos de esclavitud reproductiva, explotación sexual, trabajos forzados, extracción de órganos, o cualquier forma moderna de esclavitud". Este par de Mujeres Brújula se ha comprometido a luchar contra el "delito internacional de lesa humanidad, el cual viola los derechos humanos, que atenta contra la libertad y la dignidad de las víctimas consagrados en la carta magna".

La primera Mujer Brújula es una luchadora incansable, valiente y gran defensora de los derechos de las mujeres. Lydia Cacho publicado Los demonios del edén (2005) y Esclavas del poder (2010), en los que denuncia a las redes de pornografía infantil y de explotación de mujeres respectivamente. Es justo decir que estas denuncias le han provocado ser víctima de serias amenazas a su vida. No en balde, la organización humanitaria Amnistía Internacional pidió el año pasado a las autoridades mexicanas garantizar la seguridad de la periodista y adoptar medidas "efectivas de protección", así como la apertura de una "investigación inmediata, exhaustiva e imparcial sobre las amenazas" y llevar a los responsables ante la justicia. Por todo lo anterior, no resulta extraño que un país que vio nacer a la gran feminista Simone de Beauvoir, ahora, su gobierno, le otorgue la condecoración en grado de Caballero de la Orden de la Legión de Honor. "Es un testimonio de su destacada labor en defensa de los niños y las mujeres víctimas de la violencia, su denuncia de las redes de trata de personas y su contribución a la...

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