Hallan Mamut en Milpa Alta

AutorYanireth Israde

Pobladores de Santa Ana Tlacotenco, poblado de Milpa Alta, miraron con suspicacia el arsenal tecnológico que cargaban especialistas de la UNAM para ubicar huesos de mamut enterrados en un terreno agrícola.

"No era creíble tanto equipo para buscar huesos, además los dueños del terreno dicen que su abuelo tenía mucho dinero y qué tal si enterró el tesoro en esta parcela", cuenta Agustín Ortiz Butrón, académico del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM y responsable de la excavación que retirará este mes un mamut de entre 10 mil y 12 mil años detectado el año pasado en Milpa Alta.

Era justificable el azoro de los lugareños, pues fue la primera vez en México y en América Latina que el Laboratorio de Prospección Arqueológica del IIA, al que pertenece Ortiz Butrón, aplicó métodos magnéticos, eléctricos y de georradar para detectar restos de un mamut.

"Estos métodos geofísicos normalmente los usamos en sitios arqueológicos; son como las técnicas pre-operatorias de una intervención quirúrgica, pero aquí la intervención es a la tierra: queremos hacer transparente el suelo para ver qué está debajo", explica Ortiz Butrón.

Unos molares fueron el primer indicio de que en la delegación del DF con más hablantes de náhuatl estaba enterrado un ejemplar "de huesos grandes", aunque el principio lo confundieron con un caballo. Los dientes y parte de la mandíbula apareció en enero de 2012, cuando los propietarios del terreno cavaban una zanja.

"Casualmente uno de los vigilantes del Instituto, Anastacio Hernández, vive en Santa Ana Tlacotenco, se enteró de este hallazgo y nos avisó".

Tras mirar fotografías de las muelas acudieron al sitio el Dr. Luis Barba, coordinador del Laboratorio de Prospección Arqueológica; el paleontólogo Joaquín Arroyo, adscrito al Laboratorio de Arqueozoología del INAH, corresponsable del proyecto, y Ortiz Butrón para constatar que se trataba de un mamut joven, de alrededor de 40 años, que podría ser de la especie Columbus o Columbi -la segunda más grande después de la Emperador-, en apariencia completo, salvo por la mandíbula, y enterrado a una profundidad de un metro o metro y medio a partir de la superficie.

Además se descubrió a una altitud inusual: 2 mil 600 metros sobre el nivel del mar.

"Normalmente los mamuts se encuentran a la orilla del lecho del lago, como en el lago de Texcoco, en el Estado de México, o en la parte norte del DF, porque se atascaban en el pantano y allí los cazaban. En este caso lo...

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