Identidad, tradición y futuro

AutorCésar Nava Vázquez

A setenta años de aquellos tres días de septiembre que vieron nacer al PAN y cambiaron para siempre el destino de todo un país, vale la pena rendir homenaje a los fundadores, que concibieron y crearon un partido construido sobre la roca firme de los principios que le dieron vida y le dan sentido, no un partido edificado sobre la arena movediza de la aventura pasajera o la ambición del episodio electoral.

Un partido con identidad, que después de siete décadas ha creado y vivido su honda tradición democrática. Un partido que nació moderno en 1939 y sigue siendo moderno en 2009. Ni un partido restaurador, ni conservador del statu quo. Un partido que ha sido moderno por tradición y que hoy mira al futuro anclado en lo que lo hace más fuerte, potente y robusto: su identidad.

La identidad es aquello que hace del PAN un partido distinto y distinguible. Distinto porque tiene un núcleo de convicciones propias que lo hacen ser lo que es y no otra cosa. Distinguible porque tiene un sello original en su forma de hacer política y hacer gobierno. Un partido que postula la realización ética de la política y aspira a vivir en la permanente conciliación de ambas esferas. Un partido con un ideario democrático y cívico, visible y comparable, cimentado en la concepción y en la defensa de las libertades públicas: la libertad de conciencia, de expresión, de credo, de prensa, de enseñanza, de trabajo, de asociación, de inversión, de creación de empleos... de votar y de ser votado para acceder democráticamente al poder.

El PAN tiene identidad porque no sólo defiende y promueve la faceta individual de la persona, sino también al ser humano en su dimensión comunitaria y social. Pone a la persona en el centro de todo y plantea la necesaria promoción de las condiciones materiales mínimas para la vida digna de todos los mexicanos.

En su tradición, el PAN ha sido siempre moderno. Nunca ha vuelto la mirada, ni para añorar ni para restaurar. Porque, como decía Carlos Castillo Peraza, "Gómez Morin no fundó esta tradición mirando hacia atrás. Gómez Morin fundó esta tradición, el PAN, mirando hacia delante. Los fundadores de tradiciones están parados en una convicción, pero son autores de una mirada certera hacia el futuro, desde unas convicciones".

Al poner en práctica su identidad, desde la oposición y en el ejercicio del poder, desde el Legislativo y en el...

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